Esta semana, fue Lina, la mujer de 47 años asesinada por su pareja delante de sus tres hijos en Benalmádena. Hace un mes, un joven de 15 años asesinó a su padre a puñaladas, desesperado por la pesadilla que vivían él y su madre, al haber retirado la orden de alejamiento del ex. En estos casos y muchos más, se ha pedido ayuda porque las víctimas o su entorno veían los peligros que corrían, y nadie les ha hecho caso. Según la fiscal, el miedo y la ansiedad ante una situación familiar insostenible no se computa como víctima de agresión, sin tener en cuenta que son tan graves como el maltrato físico, y más delante de niños. Ante estos casos, ¿alguien ha dimitido? Como mujer, no comparto ni el patrón ni la opinión de los progresistas y veo que las mujeres están siendo utilizadas. El minuto de silencio solo es para lavar su imagen y sacudirse las responsabilidades.
Rosa Machí Prat
Benifaió