¿De verdad alguien cree que se puede aprender bien pasando seis horas al día en una silla dura y mal diseñada? En las escuelas, muchas sillas están viejas y no se adaptan a nuestras necesidades. A menudo termino con dolor de espalda y me cuesta concentrarme. No solo me afecta físicamente, también influye en cómo rindo en clase. Merecemos un entorno cómodo para estudiar mejor. No estoy pidiendo lujos, solo sillas ergonómicas que cuiden la salud. Invertir en una buena silla puede marcar una gran diferencia.
Bruno Slemenson
Barcelona
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