Hasta cierto punto, sería admisible ver una corte de aduladores o admiradores de un personaje brillante y competente, pero me subleva e indigna que alguien como Trump la tenga. Ya en su primer mandato y en este inicio del segundo toma sin cesar decisiones grotescas y volubles que desestabilizan el mundo, política, social y económicamente sin que nadie le diga al emperador que va desnudo. Ahora, en La Haya, justifican el aumento hasta el 5% del PIB en defensa con la excusa de que así disuadirán a Putin de sus ansias imperialistas e invasoras. ¡Disiento! Lo que hubiera disuadido a Putin habría sido una contundente reacción de condena de toda Europa y de EE.UU. el primer día de la invasión de Ucrania.
Valentín Monte Nogués
Suscriptor Tarragona