El Banco de España va ahora a controlar a la banca para que no se produzcan los errores del pasado. A veces es necesario recordar los detalles operativos que propiciaron esos errores. Fueron las cajas de ahorros las verdaderas especialistas en las hipotecas, los bancos se dedicaban a financiar a empresas y autónomos.
Como director de oficina que fui de una caja puedo aportar alguno de esos detalles. Durante esa época se benefició mucha gente: arquitectos, sociedades de tasación, notarios, registradores de la propiedad, compañías de seguros. A veces acudían a mi oficina pequeños albañiles que también querían construir pisos y sin un duro. Cuando veíamos una grúa en las inmediaciones, nos apresurábamos a ofrecer al afortunado la mejor financiación, tanto para él como para los futuros compradores de pisos que se iban a subrogar la hipoteca, ofreciéndoles no solo el 80% que la prudencia recomendaba, sino el 110% para que pudieran amueblar el piso y comprar un coche. Si no lo hacías así, lo haría otra entidad. Además, no cumplirías con los objetivos anuales. Y cuidado con no cumplirlos, pues m e iba en ello mi reconocimiento y estabilidad en la empresa.
Que no vuelva a ocurrir es no solo trabajo del Banco de España, sino de todos.
José Hernández Ramos
Suscriptor Barcelona