Ante el anuncio reciente del plan de austeridad francés, no entiendo que en una situación muy parecida de elevado endeudamiento, en España propugnemos unas medidas completamente opuestas. Si se aprueba la reducción de la jornada laboral, se perderán cada semana 44 millones de horas de trabajo. No creo que con estas decisiones nos hagamos más ricos ni que rebajemos el déficit público. La visión política está lejos de la problemática real.
Lluís Silvestre Casamartina
Begues
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