Bufet de verano

Robo de tumbonas, esperas eternas ante el ascensor, colas para entrar en el restaurante. ¿Son eso las vacaciones? El desayuno bufet se ha convertido en una lucha por obtener una simple tostada y un café. ¿Es que no hemos comido en todo el año? Platos llenos hasta arriba de mezclas del todo inasumibles. Chistorra, huevos fritos, galletas, bollería, tortillas, gofres, queso... ¿Es normal? Y luego, la mitad a la basura.

Cristina Arisa Villanueva

Barcelona

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...