Parece que Hansi Flick no habla catalán (ni castellano), prefiere el inglés. Qué tiempos aquellos en los que estudiábamos profesorado mercantil para dedicarnos al mundo de
los negocios. Teníamos como asignaturas obligatorias francés, inglés, alemán e italiano y una opcional como el árabe, el chino mandarín u otra. La globalización tiene estas cosas. Qué pena. ¡Dónde queda la riqueza de los distintos idiomas!
José Hernández Ramos
Suscriptor Barcelona
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