Hay una autonomía que bonifica los gastos de gimnasio y de las mascotas de sus ciudadanos. Esto no sería noticia si no fuese porque es una comunidad históricamente receptora de los fondos de solidaridad de otras autonomías. Como siempre, aparecen comentarios enfrentados de unos y otros: unos que lo pagamos los catalanes y otros con el victimismo crónico de siempre. Parece que de lo que se trata es de la bronca continua. Lamentable.
José María Molero Valdivia
Suscriptor Barcelona
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