Universidad en Hong Kong
El curso pasado tuve la oportunidad de realizar un intercambio en una universidad de Hong Kong, donde todo está pensado para que el estudiante pase ahí la mayor parte de su tiempo. Bibliotecas gigantescas abiertas prácticamente todo el día, comedores variados y asequibles, innumerables espacios de trabajo en medio de los pasillos, residencias dentro del campus, actividades organizadas por estudiantes o empresas ajenas en cada rincón, instalaciones deportivas y espacios de ocio que convierten la universidad en un entorno autosuficiente. La vida académica y personal se desarrolla en el mismo lugar, lo que refuerza la idea de que allí se “vive para estudiar”.
También llama la atención la costumbre de muchos jóvenes chinos de visitar universidades cuando viajan a otra ciudad. No solo recorren los campus, sino que hacen fotografías y las comparten en redes sociales. A este fenómeno lo denominaría “turismo universitario”: una forma de ocio cultural y, al mismo tiempo, de aspiración académica, en la que el prestigio de una institución se convierte en motivo de visita, casi al mismo nivel que un monumento histórico.
En cambio, aquí, nuestras universidades, por lo general, están concebidas exclusivamente como lugar de formación. Quizás esto refleja también una diferencia cultural: en Hong Kong, la competen-
cia académica y laboral es
tan intensa que los estudian-tes concentran allí casi toda
su vida académica; en España, en cambio, la formación convive con otros espacios y tiempos.
Chenrui Pan
Barcelona