En Rodalies la norma se ha convertido en que haya alguna incidencia siempre: tener que cambiar de tren a medio trayecto, que se quede parado en medio de la vía, esperar eternamente en el andén....Viajar con este servicio se ha convertido en una lotería diaria. La Cambra de Comerç de Barcelona ya computó en el 2023 que las incidencias nos roban al conjunto de los usuarios más de 520.000 horas al año, el equivalente a 65.000 jornadas laborales completas.
Es tiempo perdido en retrasos, cancelaciones y parones, que nunca se recupera. No hablamos de una molestia puntual, sino de un problema estructural que afecta a miles de personas que dependemos de Renfe para trabajar, estudiar o simplemente movernos. Y, mientras tanto, seguimos acumulando horas muertas en estaciones. Los usuarios merecemos un servicio fiable que respete lo más valioso que tenemos, nuestro tiempo.
Clàudia González Almir
Barcelona