Parece que la Generalitat ha legislado con un claro ganador: el sector del taxi , haciendo que el modelo central de negocio de los VTC sea casi inviable o distorsionado. El ciudadano va a salir perjudicado.
Tengo la impresión de que si hiciésemos una encuesta a los ciudadanos sobre la calidad general del taxi, este saldría muy mal parado. Una solución sería que este colectivo se uberizase en algunos aspectos, pero si son monopolio, dudo de que se modernicen. Creo que, con imaginación, los dos modelos pueden coexistir y saldría ganando el ciudadano.
Miguel Flaquer García
Suscriptor Barcelona
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