Con terapia neural

Un buen amigo se quedó sin vacaciones. Una hernia discal volvió a despertar a inicios de agosto. Los dolores le llevaron a requerir a menudo los servicios de urgencias. Fue pasando los días como pudo con antiinflamatorios y analgésicos, esperando una resonancia para confirmar el estado de la hernia; pero no mejoraba. La última semana de agosto, un amigo médico le empezó a administrar terapia neural. Hubo un antes y un después. No, no consiguió de la noche a la mañana volver a la vida normal, pero sí aliviar de tal manera sus dolores que hoy vislumbra la posibilidad a corto plazo de volver a recuperar su vida.

En la última visita del médico de urgencias, este le confirmó que la terapia neural, muy normalizada en sanidades como la alemana, podía ayudarle. Sin embargo, sigue siendo el gran desconocido, cuando no ignorado, en nuestra sanidad. ¿Hasta cuándo?

Marta Bueno

Barcelona

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...