El cambio climático ya es nuestra realidad y este clima que se ha vuelto imprevisible, junto con la sensación de que nada cambia, genera frustración y cansancio social. No se trata de hablar del tiempo, se trata de asumir que cada decisión –energética, económica o política– tiene consecuencias directas. Hay que trabajar políticas coherentes que no dependan del calendario electoral. El planeta no entiende de legislaturas ni excusas.
Natalia Romero Martín
Canet de Mar
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