Qué maravilla de equipo humano atiende a las personas hospitalizadas y a sus acompañantes, en mi caso, el del hospital de Viladecans, aunque sé con certeza que sucede en la mayoría de los centros. Disponen de medios quizá mejorables, pero su cariño y atención lo son todo. Esos profesionales que tanto aplaudimos durante la pandemia siguen dejándose la piel. Sin embargo, nos hemos olvidado de ellos. ¡Qué injusticia que tengamos la memoria tan corta y que los políticos sigan perdiendo el tiempo en banderas y peleas lejanas a nuestras necesidades!
Josep Bermúdez
Suscriptor Gavà
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