El reglamento de las Cortes de Cádiz establecía un horario
de verano y otro de invierno: entrada a las 10 h de la mañana desde octubre hasta abril, y
a las 9 h desde mayo a septiembre. De hecho, cuando todos los partidos de fútbol se jugaban los domingos por la tarde, estos se iniciaban a las 17 o
las 19 horas, según fuera la época del año.
Sería una buena opción que, una vez respondamos a la UE en qué horario nos quedamos, resolvamos la problemática que provoca el que amanezca más temprano u oscurezca más tarde, adelantando o retrasando la hora de entrada o salida al trabajo, sin que se tenga que adelantar o retrasar la hora del reloj, según sea la época del año, con todo lo que esto implicaría para las actividades ociosas y domésticas.
Una decisión que debiera
tomarse con flexibilidad, según zonas y latitudes, así como dentro de un debate más
amplio sobre la conciliación. Siempre será mejor que, como se hace con la vestimenta respecto de la temperatura, adaptemos el horario a la luz del sol y no buscar que esta se adapte a nosotros.
Jesús Ruiz
Barcelona