La UE aconsejó la construcción del corredor mediterráneo en el 2011 y aprobó la ayuda para su financiación. Hoy, sin embargo, tenemos la AP-7 saturada de camiones, a menudo con consecuencias mortales, porque no hubo ninguna voluntad política de hacerlo. Antes debía pasar por Madrid. Para el transporte de personas, también priorizaron las líneas AVE de Madrid hacia todas partes.
Somos el segundo país del mundo con más kilómetros de alta velocidad, pero los usuarios de Rodalies sufren a diario las consecuencias de ello. Y curiosamente, entre Barcelona, València y Málaga, tres de las principales ciudades españolas, no hay AVE. Era mejor crear líneas radiales que, además de ser muchas de ellas deficitarias, han favorecido la actual España vaciada.
Enric Casanovas
Mataró