Desprotegidos
La normativa vigente del Institut Català de la Salut garantiza el derecho a la libre elección de doctora de familia en el sistema público. Pero una vez intentas ejercer ese derecho el propio sistema inventa excusas peregrinas, poco convincentes, para incumplir su propia normativa y te lo deniegan. Y te sientes impotente. ¿A quién recurrir?
Los gestores del CAP ignoran la importancia de tener una profesional con la que te sientas bien atendida, comprendida y con la que empatices, algo que no siempre se da. Si a esto añadimos el colapso de algunos CAP, donde te pueden dar hora para la doctora asignada en 20 o 30 días, cerramos el círculo. Te empujan al uso excesivo de las urgencias. Alguien debería pensar en los usuarios, que somos los que padecemos las incongruencias y el deficiente funcionamiento.
Fina Tristán
Barcelona