Somos dos señoras que no podemos acceder a un piso de alquiler por el hecho de ser jubiladas. Las inmobiliarias que contactas no te llaman y cuando vas personalmente, te dicen que no pasas el seguro de impago. Nuestra solvencia no resulta suficiente para lo que ellos piden, pero el precio del piso que anuncian lo podemos pagar perfectamente.
Se supone que no vamos a vivir solo de la pensión, pero prefieren escoger a quien más solvencia acredita aunque a veces tampoco sea una garantía, y lo saben. Total, que nos discriminan por edad. Lo peor es que nadie pone solución a este problema de la vivienda ni para los jóvenes ni para nuestro colectivo.
Josefina Ruiz Rodríguez
Barcelona
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