Comprar menos

Cada año llega el black friday envuelto en un entusiasmo casi ritual. Promesas urgentes, descuentos que parecen irrepetibles y la sensación de que si no compras ahora, te pierdes algo importante. Pero lo que solemos perder es otra cosa: la medida. Hemos convertido noviembre en una carrera de consumo que nos empuja a adquirir cosas que no necesitamos. Llamamos “oportunidad” a lo que muchas veces es solo un impulso bien diseñado para que olvidemos el valor real –y no solo económico– de las cosas. Y así, lo que parecía un chollo acaba guardado en un cajón, lejos del entusiasmo del primer día.

No se trata de demonizar el black friday, sino de entender que comprar menos también puede ser una forma de ganar: calma, espacio y criterio. Quizá el verdadero descuento sea rebajar un poco la prisa y recuperar la decisión consciente.

Clàudia González Almir

Barcelona

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