Pura vocación

En noviembre de 1597, cuando la educación era prácticamente exclusividad de los miembros de las familias adineradas, san José de Calasanz tuvo la brillante idea de abrir en Roma una escuela para niños pobres. Por ello, aunque desde hace unos años los profesores de primaria y secundaria celebran juntos el día del Docente por santo Tomás de Aquino, cada 27 de noviembre se recuerda la figura del maestro como tal. Una profesión, sin duda, de auténtica vocación difícil de sobrellevar en tiempos de pantallas digitales, tabletas y móviles en el aula. Ratios elevadas, excesiva burocracia, cambios continuos de planes educativos y cada vez más padres que piensan que los maestros de sus hijos son cuidadores y que el colegio es una suerte de negocio lo hacen todo más difícil. Pero, a pesar de todo, la vocación pervive en el tiempo.

Mario Suárez

Pilas (Sevilla)

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