He vivido con frustración la práctica que se lleva a cabo para la compra de entradas de artistas de renombre, como Aitana y Rosalía, ya que la única manera de obtener una es ser cliente de una entidad bancaria concreta. Sin cuenta con ellos, la preventa se convierte en una venta privada exclusiva de dos días, en que se acapara la gran mayoría de entradas, y cuando llega la venta general, prácticamente no quedan. Esto no es dar una oportunidad al público, es discriminar a los fans. ¿Dónde queda la igualdad de oportunidades? Los eventos culturales deberían ser accesibles para todos los fans.
Susana Robles Pacheco
Barcelona
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