El fútbol femenino vive un momento de crecimiento evidente, pero aún arrastra inercias que lo mantenían en un segundo plano. A pesar de los éxitos deportivos, de los estadios llenos y del interés creciente, sigue recibiendo menos recursos, menos visibilidad y, sobre todo, menos respeto del que merecen sus jugadoras. No deja de sorprender que, en pleno 2025, todavía haya quien lo trate como un deporte menor o como un entretenimiento accesorio.
Marc Ferri
Barcelona
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