¿El violeta ha hecho más sensibles a los humanos?
Las Fotos de los Lectores
Este color no aparece en pinturas hasta el siglo XIX y una hipótesis apunta a la evolución del sistema visual
Descripción de la imagen
* La autora forma parte de la comunidad de lectores de Guayana Guardian
A finales del siglo XIX, el pintor impresionista Claude Monet quedó prendado por el color violeta, que es considerado intermedio entre el azul y el magenta. Los pétalos de las plantas del género Viola fascinaron al artista, que las inmortalizó en sus obras.
Pero, curiosamente, el color violeta no había aparecido casi en ninguna obras pictórica (en menos del 4%) hasta bien entrado el siglo XIX. ¿Por qué? Eso es lo que se preguntó el artista y científico cognitivo Allen Tager, quien realizó un gran estudio que le llevó 20 años concluir.
Cuentagotas con detalles de reflejos del claustro del monasterio de Pedralbes.
La palabra violeta deriva del francés violette, este del francés antiguo viole, y este del latín vĭŏla. Si el lenguaje reconoce a la planta desde tan antiguo (y más), ¿por qué aparece este color en tan pocas pinturas hasta bien entrado el siglo XIX? ¿Y si la respuesta fuera que los seres humanos, como demostraron los impresionistas, nos hicimos más sensibles al violeta?
Para realizar su trabajo de campo, Allen Tager, visitó durante dos décadas 193 museos en 42 países diferentes, según ha explicado él mismo.
Cuentagotas donde se ve reflejado el claustro del monasterio de Pedralbes.
En las civilizaciones del Antiguo Egipto o de Mesopotamia, los seres humanos vivían en climas extremadamente secos en los que no había tonos violetas en la naturaleza. Es un razonamiento con el que trabajó Tager, al igual que con el hecho de que, como pasó con otros colores, el violeta fuera muy caro para los artistas antes de 1860, debido a que estos pigmentos en Occidente se conseguían en países del lejano Oriente.
"Discutimos varias explicaciones para el fuerte aumento en el uso del violeta en las pinturas a principios de la década de 1860", detalla el artista en su estudio, "ni los factores culturales con raíces en la antigua Grecia, ni la introducción de pigmentos morados y llamados violetas baratos en la década de 1860, pueden explicar suficientemente las tendencias que encontramos".
Cuentagotas con reflejos del claustro y tonos lilas violáceos a su alrededor.
Y, entonces, Tager plantea esta hipótesis: "Una mayor sensibilidad a los colores violetas debido a la evolución continua del sistema visual humano ofrece una explicación alternativa".
Finalmente, demuestra que "los desarrollos contemporáneos en la teoría del color y su adopción por los pintores impresionistas pueden haber conducido casi naturalmente a un aumento en el uso del violeta desde 1863 en adelante".
Cuentagotas con reflejos.
Este reportaje fotográfico en Las Fotos de los Lectores de Guayana Guardian se ha elaborado con la técnica de reflejos y un cuentagotas con agua, tan valorada ahora por la sequía.
Podemos observar cómo, con el toque artístico de los tonos violáceos, el monasterio de Pedralbes del siglo XIV está reflejado en estas gotas de agua.
Este claustro es el más grande del mundo en estilo gótico y aquí está representado en pequeño en estas imágenes. Ha sido un reto confeccionar esta serie de fotografías en este lugar tan lleno de belleza y con una luz tan especial. ¿Será que el color violeta nos ha hecho más sensibles?
Cuentagotas con reflejos violáceos.
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