El lujoso castigo del FC Barcelona

Las Fotos de los Lectores

Es irónico que el equipo haya encontrado en Montjuïc éxitos que podrían hacer envidiar al Camp Nou, pero el estadio olímpico tiene una limitación de capacidad incompatible con la multitudinaria afición del Barça

Ampliar El estadio olímpico de Montjuïc en una noche de partido del Barça, visto desde Vallvidrera.

El estadio olímpico de Montjuïc en una noche de partido del Barça, visto desde Vallvidrera.

Alfonso Fadeuilhe

* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia

El Fútbol Club Barcelona, en su travesía transitoria por el estadio olímpico de Montjuïc, ha visto renacer su gloria mientras las obras de remodelación del legendario Camp Nou avanzan.

Es irónico, sin duda, que en medio de estos cambios estructurales, el equipo haya encontrado en este recinto temporal una serie de éxitos que podrían hacer envidiar al propio templo azulgrana.

La instantánea que vemos en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia, capturada desde Vallvidrera, presenta una onírica y cautivadora escena nocturna. El estadio, bañado en luces resplandecientes, despliega una fachada que exhala glamour y grandeza arquitectónica.

No obstante, y aquí yace la paradoja, este mismo estadio que se muestra tan impresionante ante la lente de la cámara, alberga una limitación en su capacidad que resulta incompatible con la multitudinaria afición del Barça.

Es casi como un castillo de ensueño que, aunque magnífico y suntuoso en su apariencia, no puede ofrecer el refugio necesario para todos sus aspirantes. Una fachada que promete grandeza, pero que en la práctica no logra satisfacer las necesidades de la institución.

De este modo, el esplendor del estadio olímpico no es más que una ilusión óptica, una ironía arquitectónica que refleja la disyuntiva entre la estética y la funcionalidad.

El esplendor del estadio olímpico no es más que una ilusión óptica, una ironía arquitectónica

Es una pena que una edificación tan lujosa y de tan excelsa representación visual no pueda ser el hogar definitivo del FC Barcelona.

Así, mientras el Camp Nou se viste de andamios y grúas, el equipo y su afición deben contentarse con esta joya efímera, recordándonos que no todo lo que brilla es oro, y que en el fútbol, como en la vida, la realidad rara vez se alinea con la perfección visual.

Ampliar El estadio olímpico de Montjuïc en una noche de partido del Barça, visto desde Vallvidrera.

El estadio olímpico de Montjuïc durante un partido del Barça, visto desde Vallvidrera.

Alfonso Fadeuilhe
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