Los patos de Vallvidrera llegaron para quedarse
Las Fotos de los Lectores
Las lluvias han nutrido el embalse y encuentran suficiente comida para ampliar la familia esta primavera
Dos patos macho compitiendo en el pantano de Vallvidrera.
* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Estas fotografías que hoy comparto en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia son un añadido, o un complemento, al artículo referente a los constantes conflictos que tienen tres ánades (patos de collar) en el reducido espacio del pantano de Vallvidrera.
Como los lectores habrán ya comprobado, el primer artículo constaba de 39 fotografías debidamente comentadas. Todas las fotografías las hice los días sábado y lunes, 15 y 17 de febrero respectivamente. En realidad son muchas más las imágenes. Estuve toda la semana eligiendo y procesando las que yo consideré mejores al tiempo que pensaba qué comentar sobre ellas y cómo hacerlo.
La noche del 22 de febrero redacté el artículo y lo compartí, junto con las fotografías seleccionadas. Aprovecho para comentar que La Vanguardia ha dado de lleno en la diana al crear esta sección de participación gratuita, Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia, que permite a éstos promocionar su habilidad y comentar sus historias siempre respetando unas normas. No he localizado otro medio de comunicación que disponga de una sección como esta.
Animo a los lectores a participar en este medio. Es un privilegio que no se debe de desperdiciar, y una enorme satisfacción el poder ver que lo que uno ha creado (en mi caso, fotografías y texto asociado) es publicado y divulgado, algo impensable décadas atrás, reservado exclusivamente a profesionales del sector.
El día 1 de marzo una de mis fotografías fue elegida como una de las tres mejores del mes de febrero y, al día siguiente, domingo 2, la fotografía elegida aparece publicada en la edición en papel. Particularmente yo doy más veracidad a los criterios de elección de mejores fotografías cuando no hay premio económico (dinero) y éste solamente consiste en el reconocimiento y la satisfacción de haber ganado.
Es algo parecido a lo que ocurría en la Antigua Grecia, donde los Juegos Olímpicos eran un evento de gran importancia religiosa, cultural y deportiva. Se celebraban cada cuatro años en la ciudad de Olimpia, en honor a Zeus, y reunían a los mejores atletas de las polis griegas (las polis eran las ciudades-estado, comunidades independientes con su propio gobierno, leyes, ejército y economía, aunque compartían idioma, religión y cultura con otras polis griegas). Acontecieron por vez primera en el año 776 a.C., aunque probablemente ya existían antes. En el 393 d.C., el emperador romano Teodosio I los prohibió por considerarlos paganos.
Los participantes eran siempre hombres libres, y competían desnudos en honor a la perfección del cuerpo humano. Las mujeres tenían prohibido competir e incluso asistir como espectadoras, salvo las sacerdotisas. El premio era simple, el ganador recibía una corona de olivo y el reconocimiento de gloria eterna.
Pero ni la perfección ni la utopía existen, sólo existe el dinero. Poderoso caballero es don dinero, que cuando se asocia con la avaricia, acaba corrompiendo todo lo que toca.
Al regresar a su ciudad, los campeones olímpicos recibían grandes premios, como: Dinero en efectivo (por ejemplo, Atenas pagaba 500 dracmas a los vencedores, una gran suma). Exención de impuestos de por vida. Comida gratis en el Pritaneo (edificio público) de su ciudad. Grandes honores como estatuas, desfiles y lugares de honor en eventos. Tierra y bienes materiales en algunos casos.
Con el tiempo, algunos atletas fueron patrocinados por ciudades o nobles, lo que los convirtió en una especie de profesionales. Y comenzaron a haber casos de corrupción, con intentos de sobornar a jueces o atletas.
Y por esta razón yo no me fío de los criterios de selección de fotografías ganadoras cuando el premio es dinero. ¿Quién me asegura a mí que el jurado no ha sido sobornado? En la sección de fotos de los lectores no hay premio en dinero, solamente en mérito y reconocimiento, y eso es lo que yo valoro.
Personalmente, para mí es mucho más valioso el premio al reconocimiento que cualquier premio monetario por cuantioso que este sea. La razón es bien simple, el dinero solo es un medio de cambio para obtener bienes materiales y comodidades. El dinero viene y se va, hoy lo tienes y mañana no. En cambio, el reconocimiento y el mérito una vez se han conseguido no se pierden, los llevará uno consigo durante toda la eternidad (la gloria eterna de los griegos).
Y parece ser que no soy yo el único que piensa de este modo. Un matemático ruso que aún vive, Gregory Perelman, es conocido por resolver la Conjetura de Poincaré, uno de los problemas más famosos y difíciles de la topología. Por su logro, en 2006 se le otorgó la Medalla Fields, el mayor reconocimiento en matemáticas (el equivalente al Nobel en otras materias), pero la rechazó. También renunció al premio de un millón de dólares del Instituto Clay, que había ofrecido la recompensa por resolver dicha conjetura.
Básicamente todo se resume en sentir la satisfacción de haber hecho algo bien y que es reconocido por la comunidad. Esa sensación ya compensa, es el premio.
Un día después, el día 3 de marzo, recibo un correo electrónico procedente de La Vanguardia notificándome que, al ser una fotografía mía una de las elegidas como mejores, desean hacerme una entrevista. Yo acepto y ésta se realiza el lunes siguiente, día 10, en la redacción.
Me hacen una serie de preguntas y yo las respondo todas como buenamente puedo, aunque he de decir que yo pienso y respondo mejor escribiendo antes que hablando.
Fueron interesantes las preguntas que me hicieron. Una de ellas fue que si yo editaba las fotografías y por qué no me dedicaba yo a esto. La respuesta fue que esto es para mí una afición, que me entretiene, me divierte, me relaja, y no un medio de vida. Las edito (publico) en Instagram como medio de divulgación.
Difícilmente veo yo cómo uno puede ganarse la vida de esta manera y más hoy donde cualquiera puede hacer fotografías (móviles). ¿Cómo se mide el valor monetario de una fotografía? Esto es muy subjetivo, depende de quien la hace y de la reputación que tenga, puede tener más o menos valor. La única salida, a mi juicio, es la fotografía comercial – eventos deportivos, bodas, viviendas para inmobiliarias, productos culinarios, fotografía de estudio, etc.-, pero eso es muy monótono y aburrido, no me gusta nada, no me divierte porque ya de antemano se sabe lo que se va a fotografiar.
En cambio, lo que a mí me gusta es la espontaneidad (“¿qué tipo de fotografía te gusta hacer?”, fue otra de las preguntas), la fotografía natural. Ir con la cámara encima siempre sin saber lo que voy a ver y cuando algo llama mi atención, sea lo que sea, inmortalizarlo con la máquina. El escenario a fotografiar no tiene que ser alterado o modificado, ha de ser tal cual es. Esto es algo parecido a lo que les ocurre a los fotógrafos de guerra. Cuando salen no saben lo que se van a encontrar y a veces hacen capturas excepcionales que incluso han llegado a ser cuestionadas como auténticas y ser acusadas de ser escenas preparadas, tal como ocurrió con la Muerte de un miliciano, de Robert Capa durante la Guerra Civil española en 1936.
Y si no ocurre nada soy capaz de estar inmóvil en el mismo lugar horas y horas esperando a que algo ocurra. “Eso es pasión”, me dijo ella. Habiendo respondido a esto se me preguntó que cual era mi reto, si fotografiar leones de la selva o algo así creo que me preguntó. Mi respuesta fue que a esa pregunta no se puede responder porque para saberlo es necesario primero conocer todo el abanico de posibilidades disponibles el cual yo desconozco. No obstante, yo le comenté que a mí me gustaría poder capturar toda la secuencia de un accidente (tanto si es de tráfico como si es un accidente natural, desbordamiento de ríos o pantanos –el de Vallvidrera me gustaría verlo desbordar -, hubiera disfrutado captando el inicio de la erupción de La Palma).
También me preguntó que qué siento yo cuando hago las fotografías, a lo que yo respondí que lo que realmente importa es lo que siente el que las ve. Yo la fotografía la veo como una forma de detener el tiempo. Si tomas una secuencia es como ver el transcurso de las cosas a cámara lenta. Y si haces una toma única estás constantemente viendo el mismo instante del pasado, se perciben todos los detalles que de otra forma los pasas por alto, y a partir de aquí entra la imaginación de cada uno: ¿qué podría estar ocurriendo instantes antes o instantes después? Así que todo lo expuesto hasta ahora sirva como complemento a la entrevista.
Regreso al pantano de Vallvidrera un mes después
Ahora voy a proceder a comentar las fotografías que complementan la publicación ganadora. En este caso son menos, 10 solamente.
El mismo día de la entrevista regreso al pantano, pero fui por la tarde ya que por la mañana la carretera estaba cortada por un desprendimiento de tierra y rocas como consecuencia del paso de la borrasca Jana.
Los tres ánades siguen allí casi un mes después de haberlos avistado, lo que confirma mis sospechas de que no van a marchar mientras haya agua y alimento en el pantano ni exista nada que los ahuyente. Como ya dije, permanecerán allí hasta que la hembra ponga los huevos en primavera y el macho la abandone, situación que aprovechará el competidor aparearse con la hembra, aunque sea a la fuerza.
La borrasca ha incrementado notablemente el nivel del agua, que ahora llega ya hasta la cola (foto 2) mientras que la foto 3 muestra cómo estaba el nivel el 22 de abril del 2019.
El agua del pantano de Vallvidrera llega hasta la cola.
Nivel del pantano de Vallvidrera el 22 de abril del 2019.
Este aumento de nivel favorece que los patos dispongan de más espacio de movimiento (fotos 1 y 4).
Patos en las aguas del pantano de Vallvidrera.
Pareja de patos en el pantano de Vallvidrera.
Las fotografías las he realizado al atardecer por lo que los conflictos, aun habiendo, son menores en cuantía y menos agresivos. Solamente se producen el agua realizándose las fases de aproximación y aceleración sin llegar a la fase de despegue. Probablemente los animales están agotados tras estar toda la mañana batallando.
La fotografía 5 muestra los tres ejemplares en las tranquilas aguas de la cola del pantano, la pareja y en una posición cercana el ánade satélite (yo lo llamo así porque siempre está dando vueltas alrededor de la pareja, incordiándola). El fenómeno ondulatorio circular generado en el agua como consecuencia del movimiento de los patos es muy llamativo y hermoso de ver.
Los tres patos en las tranquilas aguas de la cola del pantano, la pareja y en una posición cercana el ánade satélite.
En las foto 6 y 7 el macho de la pareja percibe la proximidad de su competidor e inicia la fase de aproximación, alejándose de la hembra.
El pato macho de la pareja percibe la proximidad de su competidor e inicia la fase de aproximación, alejándose de la hembra.
El pato macho de la pareja, en la fase de aproximación al satélite.
En la instantánea 8 se percibe la fase de aceleración que no va a culminar en el aire, se quedará así. Esto demuestra que no siempre es fácil encontrar momentos en los que poder capturar buenas secuencias como las realizadas los días 15 y 17 de febrero.
Fase de aceleración para espantar al otro pato macho.
La foto 9 muestra la hembra sola, alimentándose y aparentemente ajena al conflicto de su pareja con su rival.
La hembra sola, alimentándose y aparentemente ajena al conflicto de su pareja con su rival.
Tras haber culminado la expulsión del satélite, el macho alfa regresa a su posición de reinado, al lado de la hembra, foto 10.
Tras haber culminado la expulsión del satélite, el macho alfa regresa a su posición de reinado, al lado de la hembra.
¡Participa!
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Los interesados en participar en Las Fotos de los Lectores tan solo deben escribir un email a la dirección de correo de nuestra sección de Participación (participacion@lavanguardia.es) adjuntando la fotografía, explicando detalles de cómo y dónde fue tomada y aportando los datos del autor para la firma de la imagen. Es importante indicar en el asunto del correo: ´Fotos de los Lectores´.