La villa ducal en Tarragona atrae a miles de turistas que quieren visitar el pueblo de la leyenda de Sant Jordi
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“Centurias atrás, se presentó a las puertas de la villa de Montblanc un dragón espaordidor”, cuenta la leyenda de Sant Jordi. Según dice el mito, los muros medievales de Montblanc presenciaron la batalla entre el valiente caballero y el temido dragón, una historia que se convirtió en la leyenda por excelencia en Catalunya.
En este FotoFlash de Las Fotos de los Lectores de Guyana Guardian, el lector Narcís Serrat nos transporta con sus imágenes al pueblo medieval de Montblanc, en la comarca de la Conca de Barberà, que ha vivido desde batallas fantásticas hasta riadas.
La muralla que rodea a Montblanc mide 1.700 metros y conserva 25 torres de vigilancia
Los muros que rodean la ciudad, de 1.700 metros y con 25 torres de vigilancia, no solo protegieron a los habitantes del dragón de la leyenda. En la actualidad, resguarda joyas arquitectónicas e históricas preservadas en el interior del pueblo, cuyo centro fue declarado Conjunto Histórico en 1947.
Uno de los mejores lugares para admirar el conjunto es el Pont Vell. Situado a la salida del camino real, esta infraestructura llevaba al núcleo, repleto de callejones con edificios históricos. Desde él se pueden apreciar otros tesoros que guarda Montblanc, como el Carrer del Jueus o la Plaça Major, el centro neurálgico de la villa.
Batallas y riadas
El puente permitía el paso a través del río Francolí y aunque a día de hoy sigue en pie, del puente romano original solo quedan los cimientos, o eso se especula. Lo que podemos apreciar hoy de la obra es del siglo XII.
Desde entonces, el puente se ha sometido a reconstrucciones y restauraciones. Por ejemplo, la estructura solía tener arcos en sus extremos, uno con un escudo esculpido y el otro con una figura de un ángel. Sin embargo, en el siglo XIX se destruyeron para facilitar el paso de los carruajes.
El río Francolí tiene antecedentes de crecidas e inundaciones desde hace siglos. Aunque el caudal acostumbra a ser inofensivo el resto del año, cuando llega el temporal puede producir situaciones catastróficas. Las lluvias de 1994 y de 2019 son las que más afectaron a Montblanc.
Aunque el caudal suele ser estable el resto del año, las crecidas resultan catastróficas
Al estar situado en la Conca del Barberà, esta villa medieval ha sido castigada por las riadas con reconstrucciones sucesivas, la más reciente siendo la que siguió a la inundación de 2019. El puente medieval fue uno de los puntos más afectados por la catástrofe y su proyecto de rehabilitación tenía un presupuesto de cerca de 1,3 millones.
En el presente, el Pont Vell de Montblanc ya se puede transitar y pasear por él para acceder a la villa, empapada en leyenda y con un patrimonio que atrajo en 2024 a unos 12.000 visitantes, según los datos proveídos por la Oficina de Turismo de Montblanc.
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