Crónica del Pride de Budapest

Lectores Corresponsales

No fue fácil decidir ir o no a la manifestación; tras 15 años de gobierno de Orbán no es raro que haya miedo

A participant in the Pride march cheers in Budapest, Hungary, Saturday, June 28, 2025. (AP Photo/Rudolf Karancsi)

Participantes en el Pride de Budapest.

Rudolf Karancsi / Ap-LaPresse

* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia

Pese a los sucesivos intentos de impedir la Celebración, al menos 200.000 personas se reunieron el sábado 28 en Budapest. La manifestación fue tan concurrida, que cuando la cabecera llegó a destino, la Universidad de Ciencias Aplicadas, todavía había gente marchando en Astoria. La manifestación había empezado a pocos metros de ahí, en Városháza, un parque al lado de Deák tér.

El pasado marzo el Parlamento, con mayoría absoluta del Fidesz, votó una ley, donde especificaba que de ahí en más estaría prohibido manifestarse para reivindicar o exaltar la homosexualidad o el cambio de género. Esta ley es una coletilla más de la anterior Ley de Protección del menor, por la que pretenden velar por la integridad de los niños. Esto incluye publicidades, libros, exposiciones, clases de educación sexual y demás.

La ley establece multas de hasta 200.000 forintos a los que organicen y/o participen de este de tipo de manifestaciones, hablando en plata se refieren al Pride. Incluso el ministro de justicia, Tuzson Bence, se atrevió a decir que el propio alcalde de Budapest, Karácsony Gergely, podría ir a la cárcel.

La ley establece multas de hasta 200.000 forintos a los que organicen y/o participen de este de tipo de manifestaciones

Ampliar People cross the Elisabeth Bridge during the Budapest Pride March in Budapest, Hungary, June 28, 2025. REUTERS/Bernadett Szabo

El Pride a su paso por el puente Elisabeth de Budapest.

Bernadett Szabo / Reuters

Es que para marear, por decirlo de alguna manera, a la ley que prohibió la Manifestación, Karácsony optó por convocarla, en nombre del Ayuntamiento y junto con la Fundación Arcoíris (Szivárvány Misszió Alapítvány). Y en lugar de llamarlo el Día del Orgullo LGBT lo llamó el día del Orgullo de Budapest. Esto igual no quitó que la policía mantuviera la prohibición de la marcha.

La marcha se celebró, hasta donde sé, con la mayor tranquilidad, con apenas incidentes. La policía dice que pidió documentos a 30 personas, que arrestó a una por agresión y que hubo tres heridos.

Las pequeñas contra-manifestaciones de los grupos de ultraderecha, que curiosamente sí consiguieron los correspondientes permisos, no provocaron ningún conflicto. La Policia impidió que se enfrentaran con los manifestantes del Pride, haciendo cordones en varios puntos, por ejemplo, en la entrada del puente de la Libertad. Estaban los de Mi házank (Nuestra patria), el Betyársereg (el Ejército los forajidos) y Hatvannégy Vármegye Ifjúsági Mozgalom (el Movimiento de jóvenes de las 64 provincias).

De cualquier modo no fue tan fácil decidir si ir o no a la manifestación. Después de 15 años de gobierno de Orbán no es raro que la gente tenga miedo. No tanto a que la policía nos fuese a pegar, si no a quedar escrachados por las cámaras. Se instalaron a propósito un montón de cámaras de reconocimiento facial. Un tema es la multa que habría que pagar. Ya nos llegará el aviso. La otra cosa es quedar de alguna manera registrado y que esto nos pueda influir en el trabajo o en los negocios.

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Vista aérea de la marcha del Pride en Budapest.

ATTILA KISBENEDEK / AFP

Se instalaron a propósito un montón de cámaras de reconocimiento facial

Por eso creo, que como yo, muchos otros, leímos con atención los consejos del TASZ (la Asociación por el derecho a la libertad) o incluso los del Helsinki Bizottság (la Comisión de Helsinki). Recomendaban no firmar la multa en caso de que nos parase la policía y no usar tampoco máscaras, porque le daríamos pie a que nos parasen para identificarnos.

Creo que a resultas de lo anterior, la estética de la marcha no fue tan colorida, ni mucho menos que en otros años. Todo fue más discreto, sin drag queens ni grandes espavientos. Diría que también influyó que el sentido de la marcha fue más allá de los derechos de la colectividad LGBT. Fue una marcha por los derechos civiles en general. Fue una marcha contra el gobierno de Orbán Viktor. De ahí que probablemente a buena parte de la concurrencia no nos influye en lo personal la cuestión LGBT, pero entendemos que hoy más que antes hay que apoyarla porque lo que está en juego es la libertad en general.

Dicen que hubo varios partidos políticos que se hicieron presentes. Yo solo vi al Kétfarkú Kutya párt (el Partido del perro de las dos colas) y a los de Momentum. Dicen que también estuvo el DK (la Coalición democrática) y el MSZP (el Partido Socialista). Por supuesto Karácsony Gergely sí que estuvo, aunque sin ningún cartel que lo identificase con un partido en concreto.

El hoy por hoy mayor oponente del Gobierno, Magyar Péter del Tisza Párt, no estuvo presente. En las declaraciones que hizo al respecto, se mostró críptico, reivindicando el derecho a la expresión, pero sin declararse a favor del LGTB. Las encuestas dicen que en las próximas elecciones del año que viene podría desplazar a Orbán y compañía.

El Pride se celebra en Hungría desde 1993. Este fue el número 30. Los organizadores ya convocaron para el año que viene, será un 27 de junio, rememorando los disturbios de Stonewall de 1969.

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