El congreso federal que el PSOE celebró en València en el 2021 quiso ser el de “la reconciliación”, para tratar de enterrar la agria fractura interna que generó el inesperado retorno de Pedro Sánchez, en el 2017, al arrollar en primarias a Susana Díaz y recuperar contra pronóstico el liderazgo socialista frente a todo el establishment del partido. La pretendida unidad recobrada se escenificó con un abrazo entre Sánchez y Felipe González, entonces, hoy y siempre su principal crítico.
Tres años después, el congreso que los socialistas celebran este fin de semana en Sevilla –con González ya definitivamente ausente para arropar a Sánchez–, intenta ser el de “la resistencia”. Una resistencia numantina ante un “asedio” político y judicial del que el PSOE se siente víctima, y que intenta, por ahora sin éxito, que Sánchez bese la lona.
“¡Resistir, resistir!”, reclamó ayer al plenario socialista el líder de Comisiones Obreras, Unai Sordo, invitado junto al recién reelegido secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, a la inauguración del cónclave. “¡Mucho ánimo!”, espoleó a su vez a Sánchez un entusiasta militante, en cuanto el presidente del Gobierno irrumpió por la mañana en el palacio de congresos de la capital andaluza, sede del congreso.
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El mismo mensaje con el que el viernes arrancó el cónclave José Luis Rodríguez Zapatero, que trató de levantar la moral de la familia socialista, ahora atribulada tanto por la amplia pérdida de poder territorial e institucional como por la sucesión de acusaciones judiciales que acechan a Sánchez para intentar tumbarle.
Zapatero, uno de sus principales apoyos ante cualquier debate o negociación arriesgada, también apeló ayer a la “esperanza”. El mismo mensaje que el presidente de la Generalitat y líder del PSC, Salvador Illa –otro de los puntales en el respaldo a Sánchez– transmitió a sus compañeros del partido hermano, que le recibió entre grandes aplausos.
“¡Resistir, resistir!”, reclaman al plenario socialista los líderes sindicales de CC.OO. Y la UGT
La amplia delegación del PSC –encabeza por Illa y con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni–, dejó en evidencia, sin sacar pecho, su amplio poder político e institucional, en contraste con la mayoría de sus compañeros socialistas del resto de España. “Es para darles esperanza”, alegaron.
El propio Illa, en una reunión previa con la delegación del PSC, pidió trasladar “optimismo” a los compañeros del PSOE, que no atraviesan tiempos plácidos. “Venimos a reforzar el liderazgo de Pedro Sánchez”, resaltó Illa.
Cerdán vincula los procesos contra el PSOE a una estrategia de "oposición corrosiva"
También el secretario de organización de Ferraz, Santos Cerdán, se aferró al mensaje de la resistencia en su informe de gestión de estos tres últimos años. Cerdán, también acusado “sin pruebas” de cobrar mordidas por parte de Víctor de Aldama, presunto “nexo corruptor” del caso Koldo, denunció que el PSOE padece “una oposición corrosiva” que, desde que Sánchez llegó a la Moncloa en el 2018, emprendió “una estrategia de acoso y derribo que ha hecho irrespirable el clima político en España”. Con “tretas espurias” para intentar ganar, con “malas artes”, lo que no lograron en las urnas. “Una estrategia de cacería humana”, alertó, para tumbar a “un gobierno legítimo”.
Illa y el expresidente Zapatero arropan al jefe del Ejecutivo como los dos grandes puntales de su apoyo
“Hay una industria del odio generando fango, ruido y bilis sin parar con el objetivo de generar caos”, advirtió el secretario de organización. “Tratan de imponer su visión reaccionaria a través de mentiras, tergiversan declaraciones, generan bulos, manipulan imágenes”, lamentó. “Las mentiras de siempre, pero propagadas rápidamente, incluso... En sede judicial”, aseguró. “Sí, también en sede judicial”, recalcó, precisamente en referencia a Aldama.
“Nunca antes hubo en democracia un ataque similar contra un presidente legítimo. ¡Y sabemos por qué nos atacan! Representamos el diálogo, la diversidad, el respeto al que piensa y siente diferente”, defendió. Pero Cerdán aseguró que están preparados para resistir y hacer frente al “maremoto de odio y desinformación”.
Sánchez, que al mediodía compartió un refrigerio con todos los líderes territoriales socialistas presentes en el cónclave, revalidará hoy el cargo de secretario general. Pese a las habituales advertencias del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sin asomo de contestación interna a su liderazgo mientras sea presidente del Gobierno. En un ambiente en el que el PSOE asiste en vilo a la sucesión de acusaciones políticas y judiciales que tratan de enterrarle bajo la losa de unos presuntos casos de corrupción. Page, en todo caso, reivindicó a Felipe González, e instó al PSOE a no adoptar un papel “victimista” ante la ofensiva judicial. En ausencia de Javier Lambán, Page volvió a ser la única voz pública de peso discrepante.
El presidente del Gobierno se blindará también hoy con la continuidad de la cúpula del partido –encabezada por la vicesecretaria general, María Jesús Montero, y el número tres, Santos Cerdán–, al imponer la máxima ignaciana de no hacer mudanza en tiempos convulsos. Con nuevos relevos de refresco, no obstante, en la ejecutiva de Ferraz.
El secretario general del PSOE revalidará hoy su liderazgo, con Page como única voz crítica de peso
Y a partir de mañana se desencadenarán ya todas las pugnas internas por los relevos en los liderazgos territoriales. El anfitrión del congreso, y líder del PSOE andaluz, Juan Espadas, tiene la federación revuelta. Un amplio sector crítico, apretando un puñal entre los dientes, está a la espera de saltar al abordaje. Ayer reapareció Susana Díaz –“estoy en el banquillo, pero soy joven y ya jugaré por la banda”, anunció–, aprovechando que el congreso federal quiso rendir una “reparación” a los otros dos expresidentes socialistas de la Junta, Manolo Chaves y José Antonio Griñán, tras la revisión de la sentencia de los ERE fraudulentos por el Tribunal Constitucional.
El ministro Óscar López, dispuesto para afrontar el liderazgo del PSOE de Madrid, fijó su objetivo, al rechazar que la Moncloa filtrara un documento prejudicial sobre el novio de la presidenta madrileña, en una polémica que, por ahora, se cobró la cabeza de Juan Lobato: “Es Ayuso quien tiene que dar explicaciones”, retó.
Y, solventado el debate de la financiación –“sin bronca”–, el último revuelo en el congreso lo provocó, ya a última hora de la tarde, la presencia de la mujer del presidente, Begoña Gómez, recibida con efusión y entre gritos de ánimo, y que se fundió en un abrazo con el ministro Jordi Hereu.
Pensiones, sanidad, aborto, matrimonio gay
El congreso del PSOE aprobó ayer, en su ponencia marco, blindar en la Constitución la revalorización de las pensiones, el matrimonio homosexual, la interrupción voluntaria del embarazo, y la paridad de género en las instituciones. Con el argumento de que los consensos construidos durante años por las mayorías parlamentarias “no pueden estar al albur de la agenda regresiva de unos pocos”. También el acceso a la sanidad pública universal, para situarlo al mismo nivel jurídico que el derecho a la educación, “bloqueando cualquier intento de privatización del Sistema Nacional de Salud y de los diversos sistemas autonómicos”. El congreso federal aprobó igualmente no solo la reducción de la jornada laboral a las 37,5 horas, ahora en discusión, sino avanzar al objetivo de que no se trabaje más de 36 horas a la semana en el 2030.
