La gente no comprende que la economía española vaya como un tiro y, a la vez, las familias tengan graves problemas para encontrar una vivienda digna y a un precio asequible. Es curioso que haya un consenso en que esta es la principal preocupación ciudadana y sorprende que los grandes partidos no cierren un gran pacto para resolverlo. Hasta la fecha prima más la descalificación política, a pesar de que los ciudadanos quieren más soluciones y menos peleas
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, reunió este fin de semana a sus presidentes autonómicos en un hotel de Colunga para elaborar la “Declaración de Asturias”, un conjunto de medidas fiscales, administrativas y legales para dar solución al déficit de la vivienda. La respuesta socialista fue de rechazo. Por su lado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado hoy el foro “Vivienda, quinto pilar del estado del bienestar” para anunciar medidas por la crisis habitacional española. Sin conocer el detalle de la propuesta, podemos intuir que la respuesta popular se alejará del aplauso.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, mostrando ayer el documento con sus propuestas en materia de vivienda en Oviedo.
No obstante, si miramos una a una las medidas de ambos partidos encontraremos bastantes similitudes. De entrada, unos y otros han entendido que cualquier iniciativa vinculada a la vivienda debe incluir a los propietarios para que tengan seguridad jurídica y no retiren sus pisos del mercado, como ha pasado últimamente. También coinciden en que hay que involucrar a los promotores para que sean cómplices de la solución y salgan del lado malo de la historia donde les han colocado desde el prejuicio.
Igualmente, sintonizan en que la burocracia urbanística y administrativa es un freno enorme y que hay que ayudar a los jóvenes y familias con menor poder adquisitivo, ya sea por la vía fiscal o la subvención directa. Finalmente, todos saben que cualquier medida no se puede impulsar bajo la norma del ordeno y mando porque su aplicación depende de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos.
Por tanto, el acuerdo es posible si hay voluntad. Así que es deseable que, más que cada partido vaya haciendo foros por su cuenta, se apunten la dirección del hotel asturiano y se encierren allí todos los actores del problema hasta que salga la fumata blanca de la solución. La gente lo aplaudiría.