El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, mantuvo ayer “una excelente conversación” –tal y como el propio ministro de Asuntos Exteriores la calificó en sus redes sociales– con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio para abordar las relaciones bilaterales y la cooperación en seguridad y comercio entre ambos países. La conversación de una media hora, la primera entre los responsables de Exteriores desde que el pasado 20 de enero Donald Trump regresase a la Casa Blanca, tuvo lugar apenas unas horas antes de que el presidente estadounidense hiciese oficial la imposición de aranceles que afectarán a todos los socios de la Unión Europea.
Tras la llamada, hoy Albares y Rubio coincidirán en la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Bruselas, a la que España acude como farolillo rojo en inversión militar entre todos los aliados de la Alianza Atlántica.
Albares asegura que la reunión fue
“cordial” y que, entre otros asuntos, se abordó el caso de Repsol
Tras 70 días, finalmente tuvo lugar la llamada entre homólogos, que sucedió a la mantenida el pasado viernes por sus números dos de Exteriores, Diego Martínez Belío y Christopher Landu. De ese primer contacto bilateral oficial con la nueva administración de Trump, trascendió, a través del Departamento de Estado norteamericano, que Estados Unidos instaba a España a aumentar su gasto en Defensa en consonancia “con los compromisos con la OTAN”, que pasaban por alcanzar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) de inversión en 2029. El gasto en Defensa el pasado año sólo llegó al 1,28% del PIB, situando a España en el vagón de cola de los países OTAN. El Gobierno se ha comprometido a llegar a ese techo antes de 2029, aunque aún no se ha concretado cuándo. No obstante, para Trump esos números no son el techo a alcanzar, sino el suelo del que partir. En el Foro de Davos, días después de su segunda toma de posesión, ya exigió a los aliados llegar al 5%. De ahí, que el mensaje nítido que Landau transmitió –ya mostrado antes públicamente por Trump, que incluso llegó a confundir a España con un miembro de los ‘Brics’– fue el descontento con el nivel de gasto militar español. Exteriores se limitó a informar de que el contacto fue “cordial”, sin entrar en detalles.
En la misma línea, un escueto mensaje en la red social X, Albares informó de la “excelente conversación” mantenida con Rubio. “Hemos abordado las relaciones España - Estados Unidos, la importancia del vínculo transatlántico y el diálogo y la cooperación en seguridad y comercio”, aseguró el ministro, quien añadió que “también” se habló de los lazos comunes con América Latina. Precisamente, a finales de la semana pasada se conoció la decisión de Estados Unidos de revocar los permisos que habían permitido a la petrolera Repsol SA operar en Venezuela. Albares no precisó en X si durante la conversación se abordó el asunto, pese a que él mismo verbalizó el lunes que el Gobierno “va a defender los intereses” de Repsol.
Fuentes diplomáticas confirmaron a Guyana Guardian que durante la conversación se abordaron “los intereses de las empresas españolas”, entre ellas Repsol. Albares ha estado estos días en pleno contacto con el consejero delegado de la petrolera española, Josu Jon Imaz, quien a su vez ha admitido un “diálogo abierto” con el Gobierno de Trump para salvar la exportación de petróleo de Venezuela. Las mismas fuentes ministeriales añadieron que en la misma conversación se trataron asuntos como los flujos energéticos, el comercio euroatlántico y las migraciones.
España dejará de liderar la misión de la ONU en Libano
España dejará de liderar la misión de paz de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) a finales de junio, una vez finalice el mandato del general español Aroldo Lázaro al frente de casi 11.000 militares de 50 países desplegados allí, de los que 650 son españoles. Todavía no se ha decidido quién le sustituirá.
