El pleno del Congreso de los Diputados aprobó anoche con el apoyo de Junts la toma en consideración de una proposición de ley del PP para “reforzar la independencia” del CIS. La iniciativa fue aprobada con 178 votos a favor (PP, Vox y Junts), 167 en contra (PSOE, Sumar, ERC, PNV, Bildu y Podemos).
El texto, que ahora seguirá tramitándose en el Congreso, plantea que la presidencia del CIS deba estar ocupada por “catedráticos y profesionales de reconocido prestigio” que en los últimos cinco años no hayan ocupado cargos electos, ni hayan sido altos cargos del ejecutivo español o de las comunidades autónomas, y que tampoco hayan ostentado cargos orgánicos.
El presidente no puede haber sido un alto cargo político o electo en los últimos cinco años
Según la exposición de motivos, el objetivo de la reforma es “recuperar el prestigio” de la institución “prescindiendo de esas actuaciones y decisiones que han propiciado la actual situación de controversia sobre su obligada neutralidad y objetividad”.
También “reforzar los instrumentos necesarios para preservar su independencia”, “cumplir con las exigencias de una actuación políticamente neutral en sus tareas”, “recuperar el rigor y transparencia de los datos” y situar como prioridad “informar y no confundir a los españoles”.
Además de impedir que expolíticos puedan presidir el organismo, la iniciativa establece que antes de su nombramiento por parte del Consejo de Ministros, el presidente o presidenta del CIS deberá comparecer y someterse a una votación de idoneidad en la comisión correspondiente del Congreso de los Diputados.
También elimina algunas de las funciones que hasta ahora realizaba el CIS. Según el texto, el organismo no podrá realizar ninguna encuesta de carácter electoral durante las campañas. Además, las encuestas con intención de voto no incluirán estimaciones de voto ni proyecciones de escaños.
El debate en el pleno
El diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro fue el encargado de defender la iniciativa en el pleno del Congreso, donde subrayó el “fracaso” del presidente del CIS, José Félix Tezanos, al frente de la organización y la falta de la “más mínima autocrítica” para revertir la “crisis reputacional sin precedentes” en la que a juicio de los populares se encuentra.
La propuesta del PP, explicó el popular, plantea, entre otras cosas, la prohibición de haber ocupado un cargo político u orgánico en los últimos cinco años para poder presidir el centro, así como la creación de un consejo de asesores formado por once catedráticos “independientes, sin pasado político”.
El socialista Javier Rodríguez acusó al PP de proponer la iniciativa no por “preocupación”, sino por “miedo, porque el CIS acierta”, así como lo hizo, ha dicho, en las elecciones del 2023 cuando había “un presidente demoscópico, Alberto Núñez Feijóo,” y tras ellas solo hubo “un presidente real”, Pedro Sánchez. Además, dijo que la iniciativa va contra la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg).
El diputado de Junts Josep Pagés criticó la “guerra sucia” en la que se ha usado al CIS en contra de la independencia catalana y a favor del PSC en Catalunya, pidió “menos opacidad y menos manipulación electoral” y compartió que la propuesta del PP tiene “más de hiprocresía que de voluntad democrática”, a pesar de lo cual su formación finalmente la apoyó la iniciativa.
“El CIS necesita una reforma, pero también la credibilidad del PP en estas cosas”, manifestó la diputada de ERC Etna Estrems, quien propuso una modificación “de verdad, conectándolo con el mundo académico”, y cuestionó que el centro no haga preguntas sobre la monarquía.
Txema Guijarro, de Sumar, ironizó con que el PP quiere ahora “un catedrático sin carnet” al frente del CIS, cuando en el pasado nombró a cargos del partido para ese puesto: “Politizaría aun más el instituto, colocando una camisa de fuerza sobre su labor investigadora”.
El diputado del PNV Mikel Legarda explicó que no comparten los cambios “porque no parece que añadan más calidad” al centro, así como que afecta a periodos electorales y campañas, por lo que lo haría a la Loreg y tendría que modificarse a través de otro procedimiento legislativo.
Por su lado, Mertxe Aizpurua, de Bildu, reconoció que cabría debatir las funciones, los servicios que ofrece el CIS o su papel en el siglo XXI, pero dejó claro que ninguna de estas cuestiones están en la propuesta del PP, sino que se trata de un debate “interesado” que “solo gira en torno a una persona”, Tezanos“ y que al PP solo le interesa las encuestas electorales y ”recuperar el control político“ del centro.
El diputado de Vox Carlos Flores apuntó a los errores del centro en las encuestas electorales y sus estimaciones ”poco precisas“, así como la responsabilidad de Tezanos en la ”pérdida de credibilidad“, pero afeó al PP por no pedir disculpas, ya que ”el actual sistema de elección del presidente del CIS contó con el apoyo unánime“ de los diputados populares y fue ”idea suya“. Pese a ello, votaron a favor de la admisión a trámite de la iniciativa, porque ”hace mucho tiempo que piensa que se ha sobrepasado el límite de lo tolerable“”.