La obra de Esteban Hernández (Madrid, 1965) ha descifrado con agudeza desde el impacto que la ruptura del pacto social ha supuesto a las clases medias hasta los itinerarios que el capitalismo ha explorado para estructurar el nuevo orden mundial.
Su capacidad para interconectar fenómenos aparentemente dispares le ha permitido configurar no pocos mapas socioeconómicos en base a los sucesivos cambios geopolíticos. Pero ninguno tan urgente como el que están diseñando las nuevas derechas: “Una sacudida del orden global” que, de la mano de Donald Trump, “está dejando paso a los autoritarismos”.
Esta tesis central asoma en buena parte de los siete capítulos de los que consta El nuevo espíritu del mundo (Ed. Deusto). El último ensayo de Hernández que se ha presentado en el espacio cultural Ortega-Marañón de la capital madrileña en compañía del adjunto al director de La Vanguardia , Enric Juliana, y del consultor político, Iván Redondo.
Un encuentro entre cartógrafos políticos empedernidos que coinciden en que las transformaciones en el orden internacional no pueden comprenderse “sin dirigir la mirada hacia Estados Unidos”. Concretamente a su despacho oval.

Enric Juliana , Iván Redondo y Esteban Hernández , ayer
El libro, a cuya presentación también han acudido, entre otros, el director de investigación de opinión pública de Ipsos España, Paco Camas, la jurista y exeurodiputada María Eugenia Palop, el economista al frente del think thank Avanza, Manu Escudero, y el director de La Vanguardia , Jordi Juan, sostiene que el cambio más relevante, en el plano ideológico, ha sido “la inversión de posiciones”.
Una “permuta”, profundiza Hernández, por la que las derechas se han erigido en “los contestatarios al sistema” mientras que los progresistas, cuyos valores son, precisamente, los que se han colocado en medio de la plaza pública como “objetivos a abatir”, han pasado a defender el statu quo precedente. Un movimiento con un claro “espíritu de destrucción obstinado en derribar lo existente” y que está motivando un desanclaje profundo entre la política y la gente que, sin duda, configurará un nuevo mapa geopolítico.