El Gobierno central y la Generalitat han rubricado este lunes un acuerdo que, de facto, asume el modelo de financiación singular para Catalunya sellado entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa y que pone los cimientos para una reforma global del actual modelo de financiación de las comunidades autónomas. Pero el futuro de este modelo y su implantación en Catalunya estará, en todo caso, sujeto a la aprobación de las reformas legislativas necesarias en el Congreso de los Diputados. Entre ellas, la de la ley orgánica, la de financiación de las comunidades autónomas (Lofca). Por tanto, el futuro de este acuerdo y del nuevo sistema está condicionado por el necesario mantenimiento del bloque de investidura de Pedro Sánchez.
Este nuevo modelo de financiación pretende superar el actual sistema, basado en los gastos que tienen los territorios y que el Estado sufraga con aportaciones periódicas, para sustentarse en un sistema de ingresos, los que las autonomías generarán, a partir de la recaudación y gestión de todos los impuestos.
La estructura del nuevo modelo de financiación se basa, por tanto, en la federalización de la gestión de todos los tributos por las respectivas agencias tributarias y en la aportación al Estado de un montante en concepto de solidaridad, que según Catalunya debe estar limitado por el principio de ordinalidad, que supone que las regiones no mermen su renta per cápita tras la aportación a la caja común.
En el acuerdo se refleja simplemente que “Catalunya considera que esta aportación debe ser calculada, de forma transparente, con criterios objetivos y es condición necesaria que su aplicación no puede desvirtuar la ordinalidad en el resultado final”, pero este criterio no aparece asumido de forma específica por parte del Gobierno central.
“hasta que no se modifique la Lofca no habrá nuevo modelo” de financiación
El sistema se basa, por tanto, en la capacidad fiscal de los territorios. Catalunya recaudará todos los impuestos y se creará una cesta de tributos donde se definirá el porcentaje de cada impuesto que corresponderá a Catalunya, y el resto se transferirá al Estado por los gastos en servicios homogéneos (aduanas, seguridad y otros). Sobre esta cesta se fijará una cuota de solidaridad para contribuir al “bienestar del resto de territorios” que en ningún caso debe alterar el principio de ordinalidad. Finalmente, el modelo prevé una financiación adicional por las singularidades de Catalunya en virtud de sus competencias específicas.
El conseller de Presidència, Albert Dalmau, y el ministro de Política Territorial, Ángel Víctos Torres, han comparecido en el Palau de la Generalitat para remarcar el “cambio de paradigma” que supone el acuerdo en el caso de que se adhieran el resto de comunidades autónomas. El nuevo modelo supone cambiar el actual régimen común por otro, y en el Govern lo definen así: “Si hay solidaridad y ordinalidad, es evidente que formamos parte de un todo”. Por tanto Catalunya no dispondría del todo de un modelo específico, al estilo del régimen vasco o navarro, sino de ingresos tributarios en función de su singularidad, es decir, de sus competencias.
Pero para hacer realidad estos cambios modelo será necesaria la reforma de varias leyes: la ley 8/1980 (de Financiación de las Comunidades Autónomas -Lofca-), la ley 22/2009 (del sistema de financiación de las comunidades autónomas de régimen común) y a la ley 16/2010 (del régimen de cesión de tributos del Estado a la comunidad autónoma de Catalunya). Pero mientras tanto, el acuerdo entre gobiernos rubricado en Barcelona permite avanzar progresivamente en el fortalecimiento de las capacidades de la Agència Tributària de Catalunya (ATC), que será la encargada en el futuro de recaudar, gestionar, liquidar e inspeccionar todos los impuestos que pagan los catalanes, empezando por el IRPF a partir del 2026.
El Govern presentará la semana que viene un plan director de Indra para definir el refuerzo de la hacienda catalana
De momento, “no contamos con los 175 votos” necesarios, admiten fuentes del Govern, que remarcan que “hasta que no se modifique la Lofca no habrá nuevo modelo” de financiación. Sin embargo, esto no es óbice para que ambos Ejecutivos avancen en el compromiso de fortalecer el papel de la ATC. Aunque la hacienda catalana “no está preparada ahora para desenchufarse de la AEAT”, en Economia creen que hay margen para trabajar en los procesos de información, asesoramiento fiscal, en el incremento de los medios humanos y en la necesaria operatividad “en red” con la Agencia Tributaria Española (AEAT).
Para ello, se un grupo de trabajo con el Ministerio de Hacienda que deberá ir avanzando en las concreciones del sistema, desde constitución del músculo de la ATC, su personal, las plataformas informáticas, etc…, hasta la elaboración de los números relativos a la solidaridad con respeto a la ordinalidad. Además, el Departament de Economia trabaja desde hace tiempo con la empresa Indra para presentar la semana que viene un plan director que defina esta labor. Este proceso implica que “el 1 de enero -del 2026- no podremos gestionar el IRPF” en Catalunya. “Iremos por fases, incorporando muchos elementos de gestión del IRPF”, señalan fuentes del Ejecutivo catalán.
La ATC no está preparada para gestionar por completo el IRPF en el 2026
En el Govern alegan que el acuerdo con ERC para la investidura de Illa señala que Catalunya podrá gestionar el IRPF “a partir del 2026”, pero ni la ATC está preparada para ello en la actualidad, ni se han aprobado todavía las reformas legislativas necesarias.
Además, “se necesitan las modificaciones legislativas” y “mientras esto no pase, se irá avanzando, y esto lo sabe ERC”, señalan las mismas fuentes, conscientes de que las quejas del partido de Oriol Junqueras se centran en la necesidad de que la ATC se desligue de la Hacienda española (AEAT) y no esté sometida a su control, y que para aprobar los cambios legales los republicanos no están dispuestos a esperar a un aval global del nuevo sistema por el resto de territorios, en un Consejo de Política Fiscal y Financiera.
El ministro Torres ha informado de que la voluntad del Gobierno es llevar al Consejo de Ministros tras el verano las reformas legislativas pertinentes, que convocar un Consejo de Política Fiscal y Financiera donde presentar las bases de la nueva propuesta de financiación. Sin embargo, el partido de Oriol Junqueras está decidido a presentar en los próximos días una proposición de ley en el Congreso que incluirá estos cambios legislativos, una prueba de fuego que ERC quiere situar ante los socialistas por la falta de concreción del acuerdo sellado este lunes entre gobiernos.
El acuerdo no habla de una tutela por parte de la AEAT sobre la ATC, pero mientras las reformas no se aprueben en el Congreso, “se ha de poder colaborar”, alegan en Economia. Incluso cuando la ATC esté completamente desplegada, en el Govern señalan que debe haber una necesaria coordinación para el correcto funcionamiento del control tributario y de la lucha contra el fraude fiscal.
“Catalunya vuelve a liderar el nuevo modelo de financiación”
“Catalunya vuelve a liderar el nuevo modelo de financiación”, sostienen en Economia pese a la falta de concreción. El Gobierno de España asume esta estructura del modelo planteado desde Catalunya, pero que el resto de territorios, la mayoría gobernados por el PP, se adhieran es otro catar. En cualquier caso, cuando se han aprobado los anteriores modelos de financiación, los territorios se han ido incorporando de manera progresiva.
En todo caso, lo presentado hoy “es bueno para Catalunya y para España” porque es “más justo, más equilibrado, más trasparente” y “da un salto adelante en la financiación autonómica que se han sufrido episodios de infrafinanciación”, remarcan en ambos Ejecutivos.