“Muy esperanzado”, se ha mostrado este lunes el presidente de Chile, Gabriel Boric, al recibir al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, junto al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el uruguayo Yamandú Orsi y el colombiano Gustavo Petro, en el arranque de la cumbre de alto nivel “Democracia siempre”, una suerte de réplica progresista, por ahora latinoamericana, a la “internacional reaccionaria” que extiende sus tentáculos por todo el planeta inspirada por el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
El lugar del encuentro de los cinco mandatarios en Santiago de Chile ya ha sido toda una declaración de intenciones: el Patio de los Cañones, uno de los espacios más perjudicados en el bombardeo del simbólico Palacio de la Moneda, donde murió el presidente Salvador Allende durante el golpe de Estado del general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
Así, Sánchez ha empezado por reconocer que Chile “es todo un símbolo de la lucha por la democracia y la libertad”. Y ha animado a los líderes progresistas hoy reunidos en el Palacio de la Moneda a hacer un frente común frente al auge de lo que ha definido como “la internacional del odio y de la mentira”.
“Nos toca a nosotros, gobiernos liderados por fuerzas progresistas, encabezar esa respuesta. Y nos toca hacerlo solos, si es necesario”, ha advertido. “Porque cada vez es más evidente que hay una derecha tradicional, con las que hasta no hace tanto compartíamos consensos básicos, que ha desertado de esa labor histórica. Y ha sucumbido al marco impuesto por la ultraderecha”.
El presidente Pedro Sánchez, en su encuentro con los líderes progresistas de Latinoamérica en Santiago de Chile
El mandatario español ha dado así la voz de alarma: “Son cada vez más fuertes, están en más sitios, es una evidencia. Porque no hay fronteras. Así lo han entendido en la internacional reaccionaria. Y por eso las fuerzas progresistas debemos actuar de forma conjunta. Debemos estar cada vez más juntos y unidos”, ha demandado.
