El Govern de la Generalitat ha aprobado este martes un plan de consolidación de las delegaciones catalanas en el exterior para dotarlas de un marco operativo “claro y eficiente”, que garantice una “acción coherente y alineada” con las prioridades del Govern. El plan, a cargo del Departament de Unió Europea i Acció Exterior, del conseller Jaume Duch, incluye medidas orientadas a asegurar la unidad de acción de las 21 oficinas y potenciar la transparencia plena y ética pública de sus actividades, así como la rendición de cuentas de sus responsables. También se busca mejorar la eficacia y el control presupuestario y garantizar la coordinación con el Govern, entre otros objetivos. En definitiva, el plan busca poner un poco de orden y homogeneizar una red que da cobertura institucional a 72 países, incluidos todos los de la Unión Europea, pero con modelos de oficina muy divergentes entre sí.
Este acuerdo estaba incluido en el acuerdo del PSC con ERC para la investidura de Salvador Illa, como ha recordado la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, en la rueda de prensa en la que ha informado de los acuerdos del Consell de Govern de este martes. La portavoz ha señalado que el objetivo del plan es “reforzar la coherencia y profesionalizar” la red de delegaciones, a las que ha calificado como un “elemento clave de defensa de los intereses del país y fomento de las relaciones institucionales para captar oportunidades económicas”.
De acuerdo con los objetivos señalados, el plan al que ha dado luz verde el Consell de Govern está dirigido a “orientar el funcionamiento de las delegaciones y establecer una gestión eficiente y coherente de los recursos”, a la vez que hace “una apuesta decidida por promover valores como la transparencia y la rendición de cuentas”, asegurando que la red de oficinas “responda de manera efectiva a las necesidades y las prioridades actuales y futuras” de la acción exterior del Govern.
El plan coordinará la actuación de las delegaciones con las prioridades fijadas por el Govern
En concreto, el documento establece ocho líneas de actuación. La primera, orientada a definir un régimen jurídico y presupuestario que permita cohesionar la red de delegaciones, con medidas para el establecimiento de nuevas oficinas, reducción de las dificultades burocráticas y fortalecimiento de las medidas de ejecución y control en la gestión presupuestaria, “para delimitar la oportunidad de los gastos y potenciar la auditoría interna”.
Otro paquete de medidas de orienta a mejorar la coherencia en la coordinación entre las delegaciones y el resto de instituciones en el ámbito de la acción exterior del Govern. El plan también busca promover, en una tercera área de actuación, las relaciones institucionales con las representaciones de las diferentes administraciones públicas en el exterior y otras entidades catalanas.
El cuarto bloque va orientado a revisar el ámbito funcional de la representación institucional, de acuerdo con los derechos y las competencias atribuidos al Govern. Otra de las áreas de actuación busca sistematizar el modelo de recursos humanos para centralizar la gestión desde los servicios centrales del Departament de Unió Europea i Acció Exterior. El plan incluye también un sexto apartado de medidas para avanzar en la profesionalización y la capacitación del personal de las delegaciones. También se persigue potenciar la transparencia plena y la ética pública de la actividad y la gestión de las delegaciones.
La última de las áreas se orienta a desarrollar una estrategia de comunicación que mejore el impacto divulgativo de la acción del Govern en el exterior. “El president ha hecho un esfuerzo especial para tener esta presencia en el extranjero, para explicar Catalunya y la acción de las delegaciones debe ir alineada con estas prioridades”, ha señalado Paneque.
