El comité antitortura del Consejo del Europa, en un exhaustivo informe hecho público este jueves en Estrasburgo, amonesta a las autoridades penitenciarias y a la policía de Catalunya por los casos de maltrato a detenidos y presos detectados durante una visita de inspección realizada entre el 25 de noviembre y el 5 de diciembre del año pasado.
En el documento, de 76 páginas, se pide a los Mossos d'Esquadra y a los guardias penitenciarios que eviten sobre todo prácticas potencialmente peligrosas como la sujeción de detenidos con correas a la cama, especialmente cuando son menores de edad. A menudo se hace para inmovilizarlos y que un sanitario les administre una inyección intramuscular. También se insta a la “tolerancia cero” ante las brutalidades policiales descubiertas durante la visita a través de testimonios, como las bofetadas, puñetazos y golpes de porra en el momento de las detenciones o durante los traslados a comisaría.
En el informe se pone de manifiesto, sin embargo, que la mayoría de personas con las que la delegación habló durante la visita no se quejaron de maltrato. Se trata, por lo tanto, de excepciones a la regla general. También en la larga respuesta escrita de las autoridades catalanas se insiste en que la policía y el personal penitenciario cumple los estándares internacionales de garantía y están muy comprometidos en erradicar todas las formas de maltrato. Tras investigar algunos de los casos denunciados, la policía catalana concluyó que, salvo ocasiones puntuales, “no hubo violencia o uso excesivo de la fuerza”.

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Los inspectores del comité antitortura destacan en el informe que la acogida y la colaboración de sus interlocutores durante la visita fue “excelente”. Tuvieron encuentros con el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; la consellera de Interior, Núria Parlón; el conseller de Justícia, Ramon Espadaler, y el director general de los Mossos, Josep Lluís Trapero, entre otros. Entre las instalaciones visitadas figuraron las comisarías de los Mossos en Les Corts, Ciutat Vella, L'Hospitalet de Llobregat y Ciutat de la Justícia. También fueron a la sede central de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, así como a las prisiones de Brians I y Brians II, Lledoners, Quatre Camins, el hospital penitenciario de Terrassa y el centro juvenil de El Til.lers, en Mollet del Vallès.
El informe entra en detalles como si las celdas en las comisarías tienen luz natural o no, si hay agua disponible, lavabos, duchas, ventilación suficiente, etcétera, y se pide corregir las deficiencias estructurales. En la respuesta de las instituciones catalanas se especifican las mejoras hechas, los planes de modernización y actuaciones recientes como el reclutamiento de más de 400 nuevos funcionarios de prisiones, además de los cursos de formación sobre técnicas para reducir a los detenidos más violentos.
Los responsables policiales y de las prisiones catalanas subrayan en su documento de respuesta la importancia que se concede a los mediadores culturales, teniendo en cuenta que el 50% de los reclusos son de origen extranjero, un umbral que llega al 70% en el caso de los más jóvenes. Los Mossos d'Esquadra, para poner de relieve su volumen de trabajo, indican que en el 2024 actuaron en casi 940.000 incidentes, que investigaron a más de 290.000 personas y practicaron 81.000 detenciones.