El PP, en busca del voto feminista

Entre las filas socialistas se aprecia preocupación ante el debilitamiento de la sintonía que se ha mantenido siempre con el voto de las mujeres, con el feminismo entendido más allá de la estricta militancia. Durante décadas, el feminismo ha sido identificado en España con políticas progresistas de la izquierda, con el PSOE como uno de sus grandes valedores institucionales. Fue este partido el que impulsó la ley Integral contra la Violencia de Género en 2004, o el que situó la igualdad en el corazón de la agenda pública. Sin embargo, los últimos años han demostrado que esa hegemonía no está blindada. El Partido Popular lo ha entendido y no renuncia a disputar ese terreno.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, durante una reunión con las consejeras responsables de Igualdad de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, que han participado hoy en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante una reunión con las consejeras responsables de Igualdad de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, ayer en el Senado

. EFE/Tarek/PP

La controversia de la ley del solo sí es sí abrió una grieta enorme. Un proyecto que pretendía reforzar la protección a las mujeres acabó debilitando condenas y facilitando excarcelaciones. El error técnico se convirtió en munición política. Luego llegó la ley Trans mal recibida por los colectivos de las feministas tradicionales. El PP vio la oportunidad de presentarse como el garante de una respuesta “seria y eficaz” frente a lo que calificó como la frivolidad legislativa del Gobierno. Fue entonces cuando los populares se atrevieron a decir: también nosotros “defendemos” a las mujeres.

La polémica por las pulseras antimaltrato es un nuevo capítulo en esta batalla

A ello se han sumado escándalos que han erosionado el discurso socialista. El caso Koldo y Ábalos, con episodios de prostitución de por medio, golpea directamente en la línea de flotación de un partido que se dice feminista y abolicionista. Las informaciones sobre la gestión de las saunas vinculadas al padre de Begoña Gómez, más allá de su veracidad, alimentan un relato incómodo. Es habitual escuchar a los dirigentes del PP hacer referencias a burdeles y prostitutas en sus intervenciones, ayer sin ir más lejos lo hizo al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quien recomendó citar a Sánchez y a su esposa a la tramitación de la ley sobre prostitución por ser “expertos”.

En el último CIS, la intención del voto del PP  entre las mujeres es superior por primera vez que entre los hombres 

La última polémica sobre el mal funcionamiento de las pulseras antimaltrato, es un capítulo más en esta batalla. El PSOE acusa al PP de mantener una postura “indecente”, de “jugar con el miedo de esas mujeres”, de lanzar “bulos vergonzosos y bochornosos” y de “absoluta irresponsabilidad”, mientras Feijóo se reúne con las consejeras de Igualdad del Senado que piden la dimisión de la ministra Ana Redondo. Pero el debate cala en la calle y los populares se sacuden la etiqueta de partido indiferente o reaccionario en materia de igualdad.

El PP sabe que la opinión pública ha cambiado y que la igualdad ya no es una bandera exclusiva de un partido, sino una discusión donde se ganan o pierden elecciones. En el último barómetro de septiembre del CIS la intención del voto del PP es por primera vez superior entre las mujeres que entre los hombres y el PSOE afronta ahora el reto de recuperar la confianza perdida de unas mujeres a las que el PP también trata de convencer.

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