La Justicia ha dado la razón al intendente de los Mossos d'Esquadra Toni Rodríguez, que fue cesado como responsable de la Comisaría General de Investigación Criminal en 2022. Tras tres años litigando en los tribunales contra el departamento de Interior, un juzgado le permite, sí así lo desea, recuperar su cargo al frente de la investigación criminal de la policía catalana, de donde fue fulminado con la llegada del conseller de Esquerra Repùblicana de Catalunya (ERC), Joan Ignasi Elena.
La sentencia emitida por el juzgado contencioso administrativo 11 de Barcelona, adelantada por la cadena SER y confirmada por La Vanguardia, concluye que, pese a ser un cargo directivo, su cese y traslado como jefe de la comisaría de Rubí no estuvo suficientemente justificado. “Aunque la administración mantiene que el recurrente reconoció que su reubicación era por factores organizativos, no se puede decir que estos estén mínimamente razonados”, establece el fallo.
De cara a la galería, el cese de Rodríguez se explicó como una necesidad de remodelar la estructura de mandos de la policía catalana, pero se produjo inmediatamente después de la destitución de Josep Lluís Trapero al frente de los Mossos. Con el intendente se sumaban además otros factores como su hermetismo para no facilitar a su superiores datos relacionados con investigaciones especialmente complicadas, como la que afectó al conseller Miquel Buch por el servicio de seguridad de Carles Puigdemont en Bélgica. El departamento de Interior siempre negó cualquier injerencia política y asumió como un mal menor las acusaciones de purga en el caso de Rodríguez, que tuvieron además un interés especial en humillarle por su poder y su estrecha cercanía con Trapero. Con todo, la sentencia no ha entrado a valorar sobre las presuntas injerencias políticas.
De la noche a la mañana, Rodríguez pasó de dirigir los servicios centrales y territoriales de investigación criminal de los Mossos, donde apostó por la especialización en la investigación de las agresiones sexuales y ya advirtió de la expansión de la marihuana, a estar al frente del centenar de mossos de la comisaría de Rubí donde reorganizó las dinámicas de trabajo y logró descender considerablemente las denuncias.
Desde el primer momento, Rodríguez tuvo claro que su cese no había sido suficientemente motivado y con la ayuda de una letrada especializada en el funcionamiento de la administración denunció la purga ante la justicia, que ahora le ha dado la razón.
Con la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat, hace ahora un año, el desembarco de Nùria Parlon a Interior y el cese de Eduard Sallent al frente de la dirección policial de los Mossos, el actual jefe de la policía, Miquel Esquius restituyó a Toni Rodríguez. No regresó al frente de la Comisaría General de Investigación Criminal, donde sigue el comisario Ramón Chacón, pero se creó para él un cargo adscrito de la jefatura de la policía desde el que planifica y diseña las principales estrategias y planes de actuación. “Su función es pensar y diseñar el presente y futuro de los Mossos, fuera de las dinámicas del día a día”, explica un buen conocedor de la realidad de la policía catalana.
Rodríguez conoció ayer por la tarde la sentencia y la trasladó al resto de mandos de la jefatura. Este martes por la mañana se ha reunido con Miquel Esquius, con quienes han acordado que mantiene su actual responsabilidad en la jefatura.
Los Mossos d'Esquadra están pendientes de una nueva remodelación que no se ejecutará hasta la convocatoria de las nuevas plazas de comisarios y comisarías. Una nueva estructura organizativa que rediseñara las actuales comisarías, creando de nuevas, como la de la Mujer, y suspendiendo otras. Y que forzará un nuevo baile de comisarios y comisarías en las nuevas responsabilidades. Pero aún es pronto para citar nombres. La nueva tanda de comisarias y comisarios ni siquiera se ha convocado.


