Precaución, inmigrantes

Transbordo, Moncloa

España y otros países occidentales pueden estar a punto de cometer un error de gran magnitud. Si persisten en la idea de hacer de la inmigración el gran argumento electoral, los gobiernos que salgan de las elecciones se encontrarán al día siguiente presos de un mandato democrático por su origen, pero conflictivo por su ejecución. Si gana la extrema derecha, puede provocar una crisis humanitaria de imprevisibles dimensiones. Si gana la moderación y la tolerancia con la entrada masiva de extranjeros, puede provocar la explosión de sentimientos racistas que parecen resucitar con visibles tentaciones de violencia.

Hay razones para justificar la sensibilidad social ante el hecho migratorio. Según datos oficiales del 2023, tenemos más porcentaje de inmigrantes (12,9%) que Francia (12,3%) o Italia (10,5%), aunque estamos lejos de Alemania (15,7%), Austria (20%), Bélgica (17,2%), o Suiza (29,8%). En un cuarto de siglo hemos pasado del 2% al mencionado 12,9% actual… Es un cambio poblacional demasiado grande y rápido para que no transmita miedos patológicos y hubiera hecho hablar ya en el siglo pasado a Kapuscinski de “nueva clase social”. Y el trumpismo, en su versión original de Estados Unidos, compara los movimientos migratorios con la llegada de los bárbaros.

Otros efectos no deseados hacen al fenómeno migratorio más problemático que en otras naciones. Por ejemplo, por su situación geográfica, con África al sur, que crecerá en 1.300 millones de personas en 30 años, presionará sobre nuestras fronteras y hace preguntar a Jorge Dezcallar quién dará comida a un millón más de nigerianos cada año. Segundo ejemplo, los hispanos de Estados Unidos a los que está expulsando Trump. ¿Cuál es su destino más natural para mejorar sus vidas? No tenemos ninguna duda: España.

Después tenemos los factores internos. Estamos comprobando la increíble dificultad de repartir a los menores no acompañados (menas). Jóvenes de barrios de Madrid acusan a los inmigrantes de quitarles su espacio. En Catalunya, Aliança Catalana considera al inmigrante como un enemigo o un invasor, y otros partidos lo ven como un peligro para la lengua y la construcción del Estado catalán. Si el Gobierno central cede a las aspiraciones nacionalistas, será entendido como un gobierno débil. E, ideológicamente, este debate da nueva vida a la polarización, porque no existe ni se espera otro argumento político que polarice más.

A rescue worker carries a migrant child while disembarking from a Spanish coast guard vessel at the port of Arguineguin, on the island of Gran Canaria. Spain, August 24, 2025. REUTERS/Borja Suarez

Migrantes llegan a Gran Canaria el pasado verano

Borja Suarez / Reuters

Así, los inquilinos extranjeros de la casa llamada España se debaten sobre cuál será nuestro destino y el suyo, como nuevos vecinos. Tratamos de descubrir la verdad de sus hábitos y la dimensión de sus necesidades. Y, si se sigue en la misma explotación electoral, vamos a otra polarización. Vamos a ella porque a ningún dirigente se le ocurre proponer un pacto. Parece un tópico, pero no lo es, y miren: de cómo se afronte este problema dependerá en gran parte el futuro de la nación.

RETALES

Discurso. Los extremos criticaron el discurso del Rey en la ONU por parecerse demasiado al del Gobierno. Por eso mismo dijimos aquí que fue un discurso impecablemente constitucional. Hoy planteo una pregunta: ¿se imagina alguien qué conflicto se abriría si el Rey dijese lo contrario que el Gobierno?

Plazo. Si las prioridades encomendadas a la ministra de Hacienda son básicamente dos (hundir a Juanma Moreno y echar basura sobre Feijóo, y a ambas se dedica intensamente), ¿quién se puede sorprender de que se le haya olvidado el plazo de presentación de los presupuestos?

Grave. ¿Hay algo peor para la convivencia que la polarización política? Creo que sí, y ese algo se puede medir cada mañana: es la polarización informativa, cada día más grave, visible y dañina en los medios. Es la forma de atentar contra la concordia y de asesinar a diario la verdad.

Sátrapas. El trato de Putin y Trump a los discrepantes es más que censura: es una satrapía que lleva a prisión a quienes, sencillamente, no gustan al dictador. Asusta pensar que ese pueda ser el futuro de la libertad en más de medio mundo.

Retiro. Semana de los mayores. Este cronista defiende el envejecimiento activo: es un derecho y un beneficio social. Pero apunten también la realidad de las encuestas: solo el 15% quiere trabajar después de jubilarse y todo un 70% rechaza la jubilación a los 70 años.

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