Cuando la cabecera de la manifestación solidaria con el pueblo palestino accedió a la ronda de Sant Pere en dirección al Arc del Triomf, aún tuvieron que pasar tres cuartos de hora para que el resto de asistentes cruzara por ese mismo punto. O dicho en otras palabras, la ciudad de Barcelona se ha volcado en el día de hoy con Gaza y ha exigido en un ambiente familiar, respetuoso y reivindicativo el final de una guerra con cifras de vergüenza.
Más de 600 entidades han organizado la que ha sido la protesta más importante hasta ahora en la capital catalana contra la guerra. Una cita que la Guardia Urbana ha cifrado en 70.000 asistentes, frente a los 300.000 de los organizadores.

Participantes en la manifestación en favor de Palestina este sábado en Barcelona
Más allá de las cifras, el passeig de Gràcia y sus alrededores se han teñido del verde, rojo y blanco de la bandera palestina que ha cubierto durante cuatro horas el cielo de esa parte del distrito del Eixample de la ciudad. Familias enteras han acudido a una cita en la que muchísimos niños y niñas han llegado de la mano de sus padres, con sus pancartas y dibujos hechos en casa. Ilustraciones en las que se pedía el final de los bombardeos y se mostraba la solidaridad con los menores, con los 20.000 asesinados desde el pasado 9 de octubre y con los que sufren el hambre impuesto por el bloqueo israelí. “Es importante que estos niños estén aquí y que cuando sean mayores puedan decir orgullosos que participaron en esta manifestación y no miraron hacia otro lado”, ha explicado Miríam con sus dos hijos y otro grupo de amigos de éstos.
La marcha ha arrancado puntual a las doce del mediodía, encabezada por una furgoneta habilitada con un escenario en la parte superior desde el que diferentes portavoces han tomado la palabra.

Participantes en la manifestación exhiben pancartas en contra del “genocidio” en Gaza y un bebé de juguete para protestar contra los miles de niños muertos en la guerra
En los primeros tramos del paseo, a pocos metros de la Pedrera, tres ciudadanos de Israel han mostrado su solidaridad con la protesta y su rechazo a la ofensiva liderada por Beniamin Netanyahu y que no dudaron en calificar de genocidio. Cada uno con una pancarta entre las manos, han sido ovacionados y abrazados por muchas personas a su paso. Gestos que agradecían con timidez y respeto. No han sido los únicos judíos presentes en la manifestación. Otros han llevado camisetas en las que se identificaban como tales, mostrando su vergüenza por la actuación de los dirigentes políticos de Israel.
El asalto a los miembros de la flotilla desencadenó unas primeras protestas que en la capital catalana derivaron en una acampada permanente en la plaza de la Carbonera de Ciutat Vella, que prosigue de manera indefinida. Durante la manifestación ha habido pocas referencias al plan de paz esbozado por los Estados Unidos.
Buena parte de los asistentes han elegido enfundarse prendas negras, en señal de respeto por los muertos en la guerra, y han abundado los pañuelos palestinos, los kufiya, una prenda tradicional en el mundo árabe que se ha convertido en símbolo de la identidad palestina y de la resistencia del pueblo.

Pintadas en una tienda del centro de Barcelona, en el marco de la manifestación de la tarde
Mezclados entre la gente, como uno más, han participado en la manifestación entre otros el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, o el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, y las dirigentes de Comuns y la CUP Gemma Tarafa y Su Moreno.
La manifestación ha finalizado bajo el Arc del Triomf, donde han tomado la palabra algunos de los convocantes. Aunque el momento más emocionante ha sido escuchar las palabras de una vecina de Barcelona cuya familia sigue en Gaza. “Los palestinos nos sentimos muy solos. Están matando a nuestros hijos sin que nadie haga nada. Pero hoy veo a toda esta gente, me emociono y por primera vez creo que Palestina no está sola”, ha dicho.
Madrid, 92.000 los manifestantes
Barcelona ha sido una de las muchas ciudades españolas y europeas que este sábado salieron a la calle de forma multitudinaria a protestar. En Madrid, la Delegación del Gobierno cifró en 92.000 los manifestantes que marcharon por la tarde desde Atocha hasta Callao con proclamas como “Me duele Gaza”, “Stop genocidio”, “Todas somos Palestina” o “No es política, es humanidad”. La movilización se repitió en otras ciudades de Andalucía, Valencia, Castilla y León, Murcia, La Rioja y Cantabria para sumar otras 17 manifestaciones.
Destrozos y al menos ocho detenidos
Un grupo minoritario de manifestantes han atacado varios locales de alimentación de marcas internacionales este sábado por la tarde durante la segunda marcha del día por el centro de Barcelona en apoyo a Gaza y para reivindicar el boicot a Israel, aunque la gran mayoría siguen marchando pacíficamente gritando consignas a favor del pueblo palestino. Fuentes policiales informaron de al menos ocho detenidos y una veintena de mossos heridos.
Entre los establecimientos afectados están el Starbucks de la Via Laietana (con el cristal y el rótulo rotos), el Carrefour de la Rambla (donde se ha lanzado un bote de humo) y locales de McDonalds, Burger King y Zara, en los que se han provocado destrozos.
Sobre las 19.15 horas, un grupo de manifestantes ha lanzado baldosas del pavimento en obras de la Rambla y vallas contra la fachada del Carrefour.
Sobre las 19.40 horas efectivos antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han hecho cargas policiales para dispersar a manifestantes en la plaza Catalunya, muy cerca del supermercado.