José Luis Rodríguez Zapatero ha regresado este sábado al hotel Renacimiento en Sevilla, el mismo escenario en el que Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón libraron el pulso definitivo, en febrero del 2012, para recoger su testigo al frente del PSOE. En esta ocasión, más de diez años después pero siempre dispuesto para la batalla, el ex presidente del Gobierno ha regresado con un objetivo muy diferente: arropar a la vicepresidenta primera, ministra de Hacienda y líder de los socialistas andaluces, María Jesús Montero, en su difícil carrera para disputar en las urnas la presidencia de la Junta a Juan Manuel Moreno Bonilla. Y para tratar de neutralizar una de las principales líneas de ataque del PP para intentar tumbar las aspiraciones de Montero en Andalucía debido a sus acuerdos con el independentismo catalán.
Zapatero, hoy situado por Pedro Sánchez al frente de la delegación del PSOE que negocia mes a mes con Carles Puigdemont en Suiza el curso y el futuro de la legislatura, ha defendido así que precisamente estos acuerdos del Gobierno con el independentismo catalán están resultando muy beneficiosos para España, ya que a su juicio están permitiendo que el país alcance sus mejores cotas de crecimiento económico y creación de empleo de su historia.
“Haciendo una política de acuerdo y de diálogo, hemos revertido totalmente lo que fue el procés del 2017, y estamos en otro escenario, en un escenario de negociación, de diálogo, de convivencia pacífica”, ha resaltado el ex presidente. “Y además, con esos acuerdos estamos dando los mejores resultados económicos, sociales y de empleo de la historia”, ha recalcado.
Y lo ha ejemplificado con una anécdota. Recientemente, ha relatado Zapatero, entró a un edificio en Madrid, y el portero –“era simpatizante, y andaluz”, ha señalado- le salió al paso con un mensaje para que se lo trasladara a Pedro Sánchez. Le explicó así que antes cobraba un salario mínimo de 850 euros, pero que ahora es de 1.200 euros al mes. “Yo sí apoyo los pactos con los independentistas porque me ha mejorado mucho el salario”, le reconoció el portero.
“El PP tendría que hablar menos de Puigdemont y dedicarse más a la sanidad pública”, receta Zapatero
Zapatero ha criticado que la derecha siempre busca “elementos de confrontación” con el Gobierno de Sánchez y el PSOE. Pero ha advertido que con los buenos datos económicos y de empleo que registra España, con su “prestigio internacional en defensa de la paz y los derechos humanos”, y con “Catalunya bastante tranquila”, solo puede hacer oposición con dos cuestiones: “Atacar a la familia del presidente y Puigdemont”.
“El PP tendría que hablar menos de Puigdemont y dedicarse más a la sanidad pública”, ha recetado, sobre todo en Andalucía. Y ha aprovechado para ironizar que el PP, “en cuanto pueda, le hará carantoñas” a Puigdemont. “¿O tenéis alguna duda?”, ha requerido a los asistentes al coloquio que Zapatero ha protagonizado con Montero. Y ha recordado que también José María Aznar confesó “hablar catalán en la intimidad” cuando necesitó los votos de Jordi Pujol para gobernar.
“Yo no quiero que pase, por supuesto, y voy a trabajar para que no pase”, ha señalado Zapatero ante la posibilidad de Alberto Núñez Feijóo llegue a la Moncloa tras las próximas elecciones generales. “Pero si el PP tuviera la mínima posibilidad de formar mayoría, y tuviera que ir a pactar con Junts… ¡Anda que no harían viajes a Waterloo!”, ha zanjado.