La activista Reyes Rigo ha llegado a un acuerdo con la fiscalía israelí para poder ser deportada a España. El viaje está previsto para mañana sábado.
La fiscalía la había acusado de morder a una funcionaria de prisiones, agresión que ella ha negado. Los cargos contra Rigo anticipaban un proceso penal complejo. Después de la vista de esta mañana y ante la contundencia del atestado policial su abogado le ha recomendado que se declarara culpable de una agresión leve y en defensa propia.
La confesión de culpabilidad es lo que buscaba la fiscalía y Reyes ha entendido que era la vía más rápida para poder volver a España.
La magistrada del tribunal de Beersheva la ha condenado a diez días de cárcel -que ya ha cumplido- y le ha impuesto una multa de 10.000 shekels (2.650 euros) que deberá abonar para poder salir de prisión y ser deportada.
La investigación policial del altercado que se produjo el pasado domingo frente a su celda en la prisión de Ketziot concluye que Rigo mordió a una funcionaria en la mano y le produjo lesiones que necesitaron atención médica. De ahí que esta mañana solicitara prisión preventiva a la jueza del tribunal de Bersheeva, petición que fue atendida.
Se inició entonces una negociación entre el abogado y la fiscalía, que terminó con la confesión de Rigo.
Reyes Rigo compareció ante el tribunal cansada y asustada, vestida con una sudadera gris claro. El miércoles, nada más entrar en la sala, informó al equipo legal que la representa de que había recibido amenazas de muerte y que la trataban de terrorista. La conversación se recoge en un video disponible en Instagram.
Rigo informó a su abogado de trato vejatorio y agresiones en prisión por parte de los funcionarios.
El cónsul de España ha estado presente en la vista de hoy y, una vez abonada la multa, agilizará su regreso a España.
Rigo llegará mañana a España y hoy lo harán cuatro de los ocho españoles aún retenidos
Rigo no podrá unirse a los cuatro españoles miembros de la segunda flotilla que intentó romper el bloque de Gaza y que está previsto que lleguen esta noche a Madrid vía Estambul. Si todo va bien, viajará mañana con los otros cuatro activistas que siguen detenidos.
Reyes Rigo participó en la primera flotilla, la Global Sumud. De los 49 activistas españolas que estuvieron en este intento, ella era la única que permanecía en prisión.
El abogado defensor recomendó a Rigo que aceptara los cargos de culpabilidad dado que en su informe la policía había señalado que debían tomarse “medidas enérgicas contra cualquier intento de dañar los símbolos gubernamentales y a los funcionarios públicos”.
Rigo sostiene que el domingo por la noche no mordió a nadie cuando unos funcionarios se personaron en su celda para sacar a una compañera. Es más, denuncia que los funcionarios actuaron con “extrema violencia”. A ella asegura que la arrastraron por el pelo.
También denuncia que en la celda, con capacidad para 5 personas, había 14 mujeres, a las que se les privó de agua y comida decente. “Estaba podrida”, le ha asegurado a su abogado.
Israel sostiene que, en todo momento, respetó los derechos de Reyes Rigo, así como del resto de activistas detenidos.
