Enrique Arnaldo: “La amnistía no cabe en la Constitución, no entro en cuál es la solución política”

Entrevista

El magistrado del Tribunal Constitucional acaba de publicar “El deporte en la literatura”,  un libro gestado a partir de sus lecturas durante la pandemia

foto XAVIER CERVERA 10/10/2025 Enrique Arnaldo Alcubilla (Madrid, 1957) es un jurista español, catedrático de Derecho constitucional por la Universidad Rey Juan Carlos y miembro del cuerpo de letrados de las Cortes Generales y del cuerpo superior de Administradores Civiles del Estado.

Enrique Arnaldo posa para La Vanguardia, con motivo de la entrevista celebrada en Barcelona

Xavier Cervera

Dice Enrique Arnaldo (Madrid, 1957) que su trabajo como jurista es vocacional, pero no le divierte, y en cambio ha disfrutado reuniendo citas para su último libro, El deporte en la literatura (Espasa). Encuadrado en el bloque conservador del Tribunal Constitucional, el magistrado habla en esta entrevista de fútbol y de sus partidos de pádel y golf, pero también de la ley de Amnistía y de las complejas relaciones entre jueces y políticos.

Explica en el libro que la idea se le ocurrió durante la pandemia.

Tenía más tiempo y yo no veo la televisión, solo películas y fútbol. Cada uno tiene su forma de invertir el tiempo y al concentrar más la lectura vi que novelistas variopintos tenían su opinión del deporte, unos porque lo habían empezado a practicar, otros porque eran espectadores, otros porque era su forma de expresarse.

Las sentencias no le dan para mucha creación literaria, claro.

El trabajo no entretiene, puede ser vocacional, pero no me divierte y con este libro he disfrutado.

Le gusta el fútbol, ¿pero juega?

Ya no tengo físico para eso. A determinada edad los hombres buscamos deportes más templados, como el tenis, o el padel, o el golf. Para mí el deporte es puro deleite, ejercicio. Si das un golpe bueno en el golf estás satisfecho, pero no necesito ganar al señor de al lado.

Independencia judicial

“Hay que resolver con criterio jurídico, pero un juez apolítico puede ser más manipulable”

¿Y por qué escribe de literatura y deporte y no del estado de la justicia como el juez Marchena?

Marchena es un gran amigo. Él escribe con el conocimiento, pero desde una cierta atalaya, evita temas cercanos a los que él ha juzgado. Es un libro bastante institucional. Yo prefiero reservarme para cuando salga, si es que me da.

¿Cree que hay jueces estrella?

Ha habido estrellas rutilantes que se han acrecentado a través de la justicia, pero por fortuna los jueces hoy huyen del foco mediático, en general. Otra cosa es que los casos tengan foco mediático.

Se dice que los jueces solo hablan por sus resoluciones, pero algunos son como estrellas del rock.

Hay a quien le gusta utilizar las redes sociales, los tuits. Yo prefiero marcar una cierta distancia, sobre todo respecto de los casos más cercanos a la vida política. Un juez tiene que mantenerse en el máximo grado de neutralidad.

Pero un juez tiene su ideología.

Claro, el juez no vive en una jaula de cristal. Si no tuviera ideas, no podría ejercer su función. El juez apolítico o aideológico es más peligroso, creo, porque puede ser más manipulable. Lo que decimos es que la justicia consiste en resolver asuntos con arreglo a criterio jurídico, no a tu ideología. En el caso del juez constitucional es más necesario todavía porque juzgas la actividad política, del legislador o de otros poderes. La papeleta electoral, por así decirlo, se tiene que quedar en la puerta del tribunal, no entrar.

¿Y cuál es su ideología?

Un buen amigo, que es un hombre de izquierdas, me dice que soy librepensador. Es una expresión que me gusta. Soy una persona liberal, moderada. No me gusta la expresión ‘conservador’ que me ponen los periodistas.

¿Jueces estrella?

“Por fortuna, los jueces hoy huyen del foco, en general, pero hay casos mediáticos”

¿Cómo ve que desde ámbitos políticos se cuestione a los jueces?

Muy mal. Los políticos no pueden pretender que los jueces dicten las resoluciones que les gustan. A los políticos se les debe exigir contención, hacen un daño tremendo a la separación de poderes.

Se critica a determinados jueces por intentar hacer política.

Bueno, los jueces interpretan del modo que interpretan. Nosotros decimos una cosa, en el Tribunal Constitucional, todas las personas tienen derecho a la tutela judicial efectiva, al principio de presunción de inocencia. Garantizamos que la resolución judicial no sea arbitraria y que no incurra en un error patente, que no sea un disparate, pero no garantizamos el acierto judicial.

Se dice que el Constitucional está contaminado políticamente.

La designación de los jueces es de los órganos políticos, pero la independencia es algo muy personal. Puedes establecer criterios, garantías de independencia, pero al final es algo íntimo de cada juez.

Su ideología

“No me gusta la expresión 'conservador' que utilizan los periodistas, soy una persona liberal, moderada”

Pero es que a menudo las posiciones coinciden con los bloques.

Sí. Ocurre también en la doctrina. Pero mientras que uno tiene una camiseta en el fútbol, y si no la tienes es que no vives el fútbol como debe vivirse, las camisetas en lo jurisdiccional deberían evitarse.

En junio el TC declaró constitucional la ley de Amnistía, usted se opuso. ¿Le parece normal que una ley sea constitucional o no según la composición del tribunal?

Los tribunales son entes dinámicos, es lógico que cambien de criterio. Sobre la amnistía, hay dos visiones en el tribunal. Una dice que no está prohibida en la Constitución, y otra, a la que estoy adscrito, que entiende que en el debate constituyente se excluyó expresamente. No cabe en la Constitución. Pero yo estoy aproximándome al tema desde el punto de vista constitucional, esto es muy importante. No puedo entrar en cuál es la mejor solución política, eso a mí me tiene que dar igual, no lo sé ni me importa.

El presidente del TC, Conde-Pumpido, dice que no va a ser España el único país de Europa que no pueda aprobar una amnistía.

Yo entiendo que el Congreso podría aprobar una amnistía siempre y cuando la Constitución lo hubiera previsto.

¿Cómo cree que está dirigiendo el tribunal Conde-Pumpido?

Yo diría que es una presidencia fuerte. Hay dos modelos en el derecho comparado, la presidencia débil, compartida, y la fuerte, que ejerce todas las competencias que la ley le atribuye.

En breve toca renovar un tercio del TC, ¿cree posible un acuerdo político o habrá bloqueo?

La historia nos dice que jamás se cumple el plazo y en momentos de convulsión política es todavía más difícil que se cumpla.

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