Alberto Núñez Feijóo ha traído esta mañana a Barcelona la presentación del plan de inmigración, un proyecto clave en la definición del proyecto político del PP y donde el presidente del partido ha desgranado una guía que quiere alejarse tanto de la política migratoria del PSOE como de Vox. Entre las medidas principales, ha explicado su apuesta por reforzar los requisitos de acceso de la nacionalidad española. “Nuestro objetivo –ha dicho- es devolver a la nacionalidad su sentido más elevado, que sea un mérito el esfuerzo por una integración real, y no una simple gestión”.
Alberto Núñez Feijóo, con Alma Ezcurra y, a su derecha, Daniel Sirera y Alejandro Fernández
El PP ha ido explicando en las últimas semanas parte de este plan presentado hoy en Catalunya, donde los populares entienden que la mala gestión migratoria del Gobierno, basada en la “normalización de la ilegalidad” ha hecho especial mella. Feijóo ha aprovechado así este acto oficial para detenerse en explicar el endurecimiento del acceso a la nacionalidad española, que en cierta manera resume la música del proyecto. Ser español, ha subrayado, no es sólo vivir en España sino “compartir un proyecto común, unos valores y un destino, y sentirse parte de algo más grande”. Por ello, ha señalado que para acceder a la nacionalidad española se elevará el nivel de exigencia “lingüística, cultural y Constitucional”.
Feijóo ha detallado los diez puntos del plan migratorio al considerar que el PP debe dar respuesta a una “preocupación que está en la calle” y que viene tanto de la inacción de Gobierno convirtiendo en norma la inmigración ilegal y de la utilización partidista que hace Vox. El PP propone así la creación de una autoridad única que aborde la política migratoria, dividida ahora en cinco ministerios, según se ha recordado. También se compromete a reforzar la presencia policial en todas las fronteras y a solicitar la colaboración de la agencia europea Frontex. Para luchar contra las mafias de forma operativa se reformará la Ley Orgánica del Poder Judical y la de Extranjería, con le objetivo de poder actuar en aguas internacionales.
A la hora de abordar la situación de las personas que delinquen, Feijóo ha explicado que en los delitos graves se perderá la residencia de forma inmediata, y se pondrán trabas para los multirreincidentes.
El PP ha querido estructurar el plan con la idea de que el “trabajo” es la puerta de entrada y el hilo conductor de todo el plan migratorio. Por ello, se aboga por entrar con un contrato de trabajo o con un visado temporal para buscarlo –si no se logra, se deberá regresar al país de origen-. En un visado por puntos se clarificaran los requisitos para venir a España. En este capítulo, se quiere contar con la colaboración de los terceros países, con los que se establecerán cuotas de trabajadores que pueden venir y sectores en los que se necesita empleo. Del cumplimiento de estos países con una política migratoria “ordenada y legal”, dependerán los futuros flujos de trabajadores.
Entre las diferentes medidas planteadas, destaca la apuesta del PP para que evitar que muchas personas migrantes –ha señalado que hasta medio millón- puedan vivir en España de forma ilegal, sin trabajar y “muchos de ellos subsidiados”. “Tiene que volver a valer la pena trabajar”, ha dicho Feijóo, por lo que se vinculará la percepción del Ingreso Mínimo Vital a la búsqueda activa de empleo.
Ante unas 300 personas, con la plana mayor del PP catalán, representación consular, de sindicatos policiales, de la abogacía y de asociaciones de “nuevos españoles”, el líder del PP también ha explicado que se endurecerán las condiciones para lograr la residencia legal al través del arraigo. En este repaso a los grandes debates sobre el debate migratorio, también ha hecho referencia a la situación de los menores no acompañados, defendiendo su regreso a los países de origen, y advirtiendo que mentir sobre la edad será considerado delito.
La presentación del programa de inmigración, que ha realizado junto a Alejandro Fernández y Alma Ezcurra, llega en un momento de debilidad en las encuestas para el PP, con un fuerte crecimiento de Vox en toda España y también en Catalunya. Por ello, se busca entrar de lleno en un debate que consideran que está en la calle, y definir una perfil propio ante los socialistas y la extrema derecha.