La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha reconocido este martes que introducir el derecho al aborto y blindarlo, como pretende el Gobierno, en la Constitución no va a ser una “reforma sencilla”, puesto que requerirá el apoyo de los tres quintos del Congreso y del Senado en un momento en que la derecha controla la mitad de la Cámara Baja y el PP tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta.
En todo caso, el Consejo de Ministros ha dado el primer paso para esta reforma que reconocerá el derecho de las mujeres a interrumpir de forma voluntaria el embarazo y obligará a los poderes públicos a garantizar esta prestación en condiciones de igualdad efectiva para todas las ciudadanas.
Si el reconocimiento del aborto se incluyera en el capítulo “De los derechos fundamentales y de las libertades públicas”, el procedimiento de reforma sería el agravado, que requiere una mayoría de dos tercios del Congreso y del Senado y seguidamente la disolución inmediata de las Cortes y convocatoria de elecciones. Es decir, tendrían que votarlo a favor al menos 233 diputados, pero en esta legislatura solo hay 180 que no sean de PP y Vox, partidos que ya han avanzado su rechazo a la propuesta. Además, el inicio de la reforma por la vía agravada necesitaría también del apoyo de al menos 176 senadores, que está más lejos todavía del alcance del bloque de investidura, dada la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta.
Tampoco serían fáciles las mayorías parlamentarias necesarias en el caso de que el intento de reforma no implicase un cambio en el capítulo dedicado a los derechos fundamentales y libertades públicas. El comienzo de la reforma por esta vía requeriría la aprobación por 210 diputados y 159 senadores, igualmente alejado de las mayorías posibles para Sánchez tras la negativa del PP.
Si se aprobara en el Congreso y en el Senado no, la Constitución en su artículo 167 da pie a que se creara una comisión de diputados y senadores que presentara un texto, el cual requeriría solo de mayoría absoluta en el Senado, pero que elevaría a 233 los votos necesarios en la Cámara Baja.
En cualquier caso, no podría prosperar si el PP y Vox se oponen, por lo que el PSOE y Sumar tendrían que acordarlo con el PP o esperar a mayorías más amplias en otra legislatura.
