Jesús Conte, periodista que fue colaborador de Jordi Pujol entre 1998 y el 2003 en la Generalitat y también estuvo en el equipo de comunicación de Convergència Democràtica de Catalunya entre 1983 y 1987, ha presentado este miércoles en el Ateneu Barcelonès sus memorias, A les dues bandes de la trinxera. Mig segle entre la política i la comunicació (Trípode), acompañado de representantes de ambos mundos, del expresident Artur Mas y de la periodista Sílvia Cóppulo.
Se trata de un libro en el que repasa su trayectoria profesional y cuenta detalles e interioridades de su labor tanto en los medios de comunicación como en el ámbito político o, entre otras muchas historias, cómo desde el primer momento posterior a la confesión del expresident Pujol sobre el dinero en Andorra que tenía su familia hubo un equipo de amigos que trabajó para la restitución de su figura pública, un hecho que considera que poco a poco se ha logrado y que ya se ha cerrado el círculo con la recepción que tuvo el expresident al inicio del mandato de Salvador Illa.
En el acto se ha reflexionado también sobre el complejo equilibrio en la relación entre políticos y periodistas, la importancia de unos y otros, aunque la inmediatez y las redes sociales han cambiado el panorama.
“El político tiene la sensación de no ser bien entendido y el periodista de no ser bien atendido”, ha resumido Mas, que ha apuntado además que el empleo de la generalización al hablar de un determinado colectivo “no solo es injusto, también es mentir”. “Los periodistas tienen la tentación de suplantar a los políticos al explicar cómo se deberían hacer las cosas y el político tiene el deseo de dirigir el diario o la televisión”, ha expuesto Conte, que ha reconocido que hay que mantener cierta distancia aunque existe dependencia entre los dos sectores. Cóppulo, a su vez, ha abogado por que el periodismo se ejerza con honestidad, aunque algunas veces haya recelo y otras complicidad. “Distancia emocional y no confundir la función que tiene cada uno”, ha recetado.
Pero con 50 años de profesión a sus espaldas, lo que ha abundado en la presentación han sido las anécdotas. Conte ha revelado que Pujol solo una vez quiso controlar su trabajo. Se refería al comunicado de la dimisión de Josep Antoni Duran i Lleida como conseller y el nombramiento de Núria de Gispert. “Fue por mi culpa”, ha bromeado Mas, que había sido elegido conseller en cap unas semanas antes y, por tanto, sucesor de Pujol. El expresident ha justificado a su antecesor. “Estaba encima porque organizaba su relevo por primera vez en 20 años”, ha rematado. Conte, en aquella época, compartía peluquero con Duran i Lleida, además de su trabajo en el Govern de la Generalitat. Después lo compartiría con Mas.
El expresident, por su parte, ha rememorado cómo se opuso cuando llegó al Palau de la Generalitat en el 2010 a abrir una cuenta en la red social Twitter, ahora X, por considerar que no podía expresarse en un tiempo complejo de crisis económica en 140 caracteres, según ha detallado. “Incluso el Santo Padre está en Twitter”, le dijeron sus colaboradores, pensando que de ese modo le harían cambiar de opinión. Fue en vano.

 
            