A decir verdad

Segunda entrega de las memorias del periodista Pedro J. Ramírez, en las que repasa los principales acontecimientos políticos de la década de 2004 a 2015, que vivió como director del diario El Mundo .

Por decir la verdad (Planeta) arranca a ritmo de reportaje, el 31 de diciembre del 2006, con Ramírez en un taxi serpenteando los Alpes suizos y sigue a lo largo de casi 700 páginas, en las que el hoy director del digital El Español teje un relato de los hechos en primera persona, que adereza con sus reflexiones y con las informaciones a las que tuvo acceso y los encuentros que mantuvo con políticos de distinto rango y otras personalidades.

El periodista relata, en primera persona, los acontecimientos políticos clave de la década 2004-2015

El viaje en taxi que abre el libro tiene lugar al día siguiente del atentado de ETA en la T4 de Madrid. En el trayecto suena el móvil del periodista. Es el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero: “Te llamo para comentar el momento en el que estamos...”. El autor detalla varias conversaciones con Zapatero y bastantes menos con su sucesor en la Moncloa, Mariano Rajoy, sobre asuntos políticos del momento, pero también incluye chascarrillos como que Zapatero comía el melón con sal, tal y como hacía su abuelo, o que Rajoy le confesó que siempre se acostaba con la página de los pasatiempos del diario para hacer el sudoku.

También refiere la recupe­ración de una cierta sintonía con José María Aznar. Y siendo un libro que abarca los años de los atentados yihadistas del 11-M y su onda expansiva, Ramírez se aplica en defender la insistencia de su rotativo en buscar una conexión de los atentados con ETA que no apareció. El dinitrotolueno (DNT), la nitroglicerina, la Goma 2 ECO o el Tytadyn ocuparon portadas durante años, sembrando la duda sobre la auto­ría de los atentados y el juicio a sus autores.

PORTADA LIBRO POR DECIR LA VERDAD, DE PEDRO J. RAMIREZ

La mirada sobre Zapatero es en positivo. Ramírez elogia su “exquisita elegancia en las formas” y que le permitiera acercarse a su toma de decisiones. Aunque es crítico con muchas iniciativas del presidente socialista, la imagen que proyecta de él como gobernante es mejor que la de Rajoy, para quien pidió el voto desde las páginas del diario, pero le responsabiliza de su despido por las presiones que dice que ejerció sobre los propietarios del diario después de que publicara que apoyaba la caja B del PP que manejaba Bárcenas. La relación con Rajoy, relata Ramírez, era tan fría que lo más parecido a un secreto de Estado que le contó, asegura, fue que se sentía cómodo en un peso de 80 kilos y se preocupaba si llegaba a 81 y medio.

Por decir la verdad

Pedro J. Ramírez

Editorial Planeta

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