El Govern y Hacienda entran en una fase decisiva para la financiación singular

El escenario político

Montero tiene intención de dejar listo el nuevo modelo antes de dejar el ministerio

El rey Felipe VI y la reina Letizia acompañados de la princesa Leonor y la infanta Sofía, presiden el desfile de las Fuerzas Armadas con motivo de la Fiesta Nacional este domingo en Madrid.

Illa y Montero, en los últimos actos del 12-O en Madrid, ante el desfile de la Guardia Real

Dani Duch

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo el mes pasado en Catalunya que “ya toca” renovar el modelo de financiación autonómica, reafirmando así su disposición a ayudar a Salvador Illa a cumplir su devengo con ERC sobre la financiación singular, pactada para la investidura del president, lo que permitiría asegurar la legislatura catalana. Pero la financiación es un asunto que trasciende a Catalunya, por eso, además de atender esta demanda, el Ministerio de Hacienda anda estos días ultimando con la Generalitat y Esquerra las bases de un nuevo modelo que nace de la propuesta catalana, pero que a la vez debe permitir encajar la idiosincrasia del resto de los territorios. Esta negociación, envuelta en la más absoluta discreción, entra ahora en un momento “clave” no exento de dificultades.

Las diversas fuentes consultadas sobre la marcha de las negociaciones coinciden en afirmar que, aunque “con cautela”, la negociación “avanza, se mueve”. Estas conversaciones discurren por dos vías: una, el reparto de los nuevos recursos que aportará el Estado al sistema, es decir, sobre “los números” y “los flujos del dinero”a todos los territorios, y dos, en cómo compatibilizar la propuesta catalana, basada en principios como la ordinalidad y la autonomía fiscal, con las demandas del resto de autonomías, que incluso trascienden la ideología política.

Además, la propuesta que surja no solo debería satisfacer en Catalunya a ERC, sino también servir de incentivo a Junts, aliado de investidura de Sánchez, sin cuyos votos no podrán salir adelante las reformas legislativas que necesitarán aprobarse en el Congreso para aplicar el nuevo modelo.

En el Gobierno creen que “hay mimbres para consensuar algo que guste a todos y contente a muchas partes”

La buena noticia es que en Hacienda han hecho saber que la ministra, María Jesús Montero, está dispuesta a acometer la tarea antes de dejar el cargo para competir en las elecciones andaluzas del próximo año, si bien la implantación definitiva del nuevo modelo acabaría cayendo en manos de su sucesor. Y también es buen síntoma las señales que trasladan las fuentes consultadas cuando aseguran que “hay mimbres para consensuar algo que guste a todos, que contente a muchas partes”, pese a las conocidas reticencias de Montero con aspectos de la financiación singular, como la ordinalidad y la recaudación de todos los impuestos. Hacienda no comparte la reforma legislativa presentada por ERC en el Congreso para reformar tres leyes, entre ellas la ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca).

Aunque la singularidad que persigue Catalunya sea extrapolable el resto de territorios y Montero no comparta aspectos troncales de esta propuesta, Illa necesita una fórmula que se le parezca lo más posible para recibir el aval de ERC, sobre todo después del descontento que mostró Oriol Junqueras por el resultado de la comisión bilateral de julio, de la que surgió un documento vago que, según los republicanos, se apartaba de lo pactado con el PSC.

Con la quita de 83.000 millones de euros de deuda autonómica –también pactada con ERC– en el cauce para ser validada en el Congreso, el momento decisivo podría llegar a finales de este mes, cuando está previsto que Montero convoque un Consejo de Política Fiscal y Financiera para presentar a las autonomías el techo de gasto de los presupuestos del 2026, y en el que también se prevé que la ministra informe de sus intenciones en materia de financiación y escuche a las comunidades.

Aunque “con cautela”, la negociación “avanza” y se centra en las cifras y en encajar las demandas territoriales

El calendario corre en contra de Illa y de Montero. El president requiere lo antes posible el apoyo de ERC para los presupuestos, y la ministra deberá centrarse en la campaña andaluza más pronto que tarde. Pese a que los plazos se han dilatado más de lo que Govern y Esquerra querrían, desde el partido republicano advierten de que ellos son los que tienen menos prisa, frente a la urgencia de Illa por disponer sus primeros presupuestos.

Los recursos adicionales que el Estado aportará al sistema tampoco son el principal escollo, que radica en el diseño del modelo de financiación. ERC quiere profundizar en esta cuestión y desbrozar un camino de sobresaltos: la recaudación de los impuestos. Esta es la materia más sensible de toda la compleja arquitectura financiera que se está tratando.

Este punto es clave para la formación republicana, que no dará su brazo a torcer. Sin estos asuntos acordados, no habrá presupuestos ni en la Generalitat ni en el Estado. Pero la sensación en ERC es que ambos gobiernos lo han entendido y, por las señales que los republicanos perciben, ahora sí “quieren ir rápido y tienen ganas de hacerlo”.

Illa requiere de una fórmula singular que contente al partido de Junqueras y acerque a Junts al debate

Aunque en las últimas semanas han criticado públicamente a María Jesús Montero por “dificultar” la negociación, ahora creen que habrá propuesta más pronto que tarde. “El ritmo lo marcan ellos y nos podemos adecuar al ritmo, pero hay que empezar a resolver”, reflexionan voces del partido.

Paralelamente, Esquerra resalta la sintonía con el PSC y asegura que van “de la mano” en la defensa del acuerdo en financiación que alcanzaron para la investidura de Salvador Illa. Ahora bien, cuando se negocia con Madrid, los republicanos echan en falta que los socialistas catalanes “apreten más”.

Sobre el planteamiento que formule Hacienda, ERC asume que se presentará un modelo generalizable, pero recuerdan que “se está negociando con Catalunya y parte de unas demandas catalanas”. En otras palabras, aunque el carácter del modelo sea extrapolable, es condición sine qua non que recoja las singularidades catalanas.

ERC asume que el modelo sea extrapolable pero exige la ordinalidad y la recaudación fiscal

Habida cuenta que se debe componer un encaje de bolillos para la nueva financiación, Esquerra mantiene contacto con JxCat. Aunque haya conversaciones, la percepción es que reman en direcciones diferentes y los posconvergentes ponen el foco en el concierto económico. La negociación no discurre en estos parámetros, y este planteamiento, piensan en ERC, tendría ahora reticencias para atar una mayoría absoluta que lo avale.

La partida está en el momento decisivo. La disposición por parte de todos los implicados existe, pero la prudencia también. Los avances marcarán si hay concreción o no.

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