Fuerte sacudida al tablero político de Aragón. Esta tarde, Vox ha anunciado que no se sentará a negociar “ningún acuerdo presupuestario” con el Gobierno de Jorge Azcón para el ejercicio de 2026. “El Partido Popular tendrá que negociarlos con quien esté dispuesto a aceptar órdagos oportunistas y mezquinos”, ha señalado el partido verde en un breve comunicado.
De esta forma, la formación liderada en la comunidad por Alejandro Nolasco liga su portazo a Azcón con los comentarios del presidente de esta mañana, en los que exigía el cese de un asesor de los ultras, Ramón Francoy, por sus comentarios racistas y fascistas en redes sociales. Aunque poco después Vox parecía ceder a la petición de Azcón al anunciar el despido del asesor, esta tarde rompía los puentes asegurando que no se van a sentarse a negociar las nuevas cuentas, para las que sus votos son imprescindibles.
Además, la ultraderecha pone sus miras en el futuro, que podría incluir un adelanto electoral, y avisan de que podrían poner aún más dificultades para una hipotética negociación de investidura con los populares.
“Si el PP solicita el futuro apoyo de Vox para conformar una mayoría que permita la investidura de un presidente y su correspondiente Ejecutivo, Vox incluirá en esta negociación el hecho de supervisar y dar el consentimiento a todo el personal eventual que forme parte de las consejerías dirigidas por el Partido Popular”, avisan.
Polémica
El PP les acusa de actuar de forma “irreflexiva e impulsiva” sobre un asunto “trascendental”
La respuesta del PP ha llegado minutos más tarde. En un comunicado, lamentan que Vox reaccione “de forma irreflexiva e impulsiva” sobre un asunto “trascendental” como es la negociación de los presupuestos.
Según añaden, resulta “como mínimo desconcertante” que anuncien su negativa a una posible negociación tras cesar al asesor “que difundía mensajes fascistas y racistas en redes, que es la condición sine qua non reclamada por el PP en Aragón para poder mantener conversaciones institucionales”.
En esta línea, tildan de “lamentable” que los ultras pretendan “condicionar” una negociación presupuestaria para “defender la posición de un asesor” que ha mostrado “una ideología incompatible con la democracia”.
Aún así, reiteran la “necesidad” de hacer política “desde la responsabilidad, la sensatez y la seriedad” para ser útiles. “Los aragoneses necesitan un presupuesto que les ayude a resolver problemas y a mejorar su calidad de vida, y eso no debería ponerse en cuestión por reacciones airadas ni pataletas”, añaden.


