Junts eleva la presión contra Sánchezy avisa de que llega “la hora del cambio”

El escenario político

El Gobierno no ve en riesgo la legislatura pese a las exigencias de Puigdemont

Pleno en el Congreso de los Diputados Pedro Sanchez Maria Jeusu Montero Yolanda Diaz Gabriel rufián Felix Bolaños Alberto Nuñez Feijoo

Pedro Sánchez se enfrentó ayer a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados

Dani Duch

¿Una amenaza seria y apremiante para la supervivencia de la legislatura o un mero juego de palabras en el debate parlamentario? En altas instancias del Gobierno prefieren pensar que se trata de lo segundo. Pero asumen que Junts –cuyos siete diputados en el Congreso son imprescindibles para mantener a flote al Ejecutivo– está instalado en una posición de máxima presión y exigencia. Y sin dar su brazo a torcer, para empezar, en su rechazo a aprobar un techo de gasto que encarrile unos nuevos presupuestos generales del Estado que garanticen la estabilidad política y económica del mandato de Pedro Sánchez.

“Habría que hablar menos de cambios de horario, y empezar a hablar de la hora del cambio”, advirtió ayer Miriam Nogueras al presidente, en la sesión de control al Gobierno. La portavoz de Junts no solo rechazó así la eliminación de los cambios horarios estacionales que propone Sánchez en la UE, sino que auguró un próximo fin de ciclo político en España. En manos de Carles Puigdemont está.

En JxCat tienen la sensación de estar al final del camino, aunque insisten en descartar, al menos por ahora, la moción de censura para derribar a Sánchez con la que Alberto Núñez Feijóo les viene tentando sin éxito desde hace meses. Pero la formación de Puigdemont eleva cada día más el tono ante el catálogo de incumplimientos que echa en cara al presidente.

“La gente está hasta las narices: luego dirán que viene la derecha y es nuestra culpa”, advierte Nogueras

El tono y el voto: después del aviso de Nogueras, el pleno del Congreso aprobó una moción impulsada por el PP, pero que obtuvo el respaldo de Junts –y la abstención del PNV–, que insta al Gobierno a bajar los impuestos a familias y autónomos. “El chicle se ha estirado hasta el final”, insistió después Nogueras en Telecinco. “Hace falta un cambio”, demandó.

Y tanta alusión al “cambio” llevó al Ejecutivo a ponerse en alerta, aunque sin ver en riesgo, al menos por ahora, el curso del mandato. Pero el propio Puigdemont ya auguró que en otoño pasarían cosas. Y ya es otoño.

Nogueras arrancó suave. “¿Cómo ve la situación política?”, requirió a Sánchez. Y el presidente defendió su gestión en el crecimiento económico, la creación de empleo y la reducción de desigualdades, frente a la “España absolutamente irreal” que, a su juicio, dibuja el PP.

“Si miramos objetivamente cómo están yendo Catalunya y España en estos años, respecto a cómo lo están haciendo otros Estados miembros de la UE, podemos estar orgullosos de lo que aquí se aprueba, gracias también al apoyo de su grupo parlamentario”, agasajó Sánchez a Junts en el Congreso.

“No es un lapsus, sino incultura”, replica Sánchez sobre los errores de Feijóo, que le acusa de corrupción

Pero Nogueras pisó el acelerador y encadenó una catarata de reproches a Sánchez que culminó con la advertencia de “la hora del cambio”. “Ya no le sirve envolverse con la bandera palestina, ahora lo hace con la del cambio horario y así no se habla de lo que realmente hace perder el sueño a muchísimas personas”, avisó.

Y fue elevando el tono: acusó a Sánchez de “perseguir y ahogar” a los autónomos, no construir vivienda pública en Catalunya y “bloquear” las leyes propuestas por JxCat contra las ocupaciones de pisos y los delincuentes multirreincidentes.

“Mucha gente está hasta las narices de no llegar a final de mes, mientras ven cómo sus impuestos no van a poner fin a la tortura diaria de Renfe, a ayudar a la gente a levantar sus negocios, a generar empleo digno, a financiar como se debería la educación y la sanidad, o a facilitar el acceso a la vivienda”, denunció Nogueras. Y entró a matar: esos impuestos, denunció, “van a pagar rescates de las estrellitas de la flotilla, a financiación ilegal de partidos, a prostitución, a fiestas o pagar favores de medios de comunicación”.

“Han logrado que la gente esté hasta las narices de todo, y luego dirán que viene la derecha y que es nuestra culpa”, recriminó Nogueras a Sánchez.

El presidente trató de defenderse: “Este es el Gobierno que ha hecho más por los trabajadores autónomos de toda la historia de la democracia”, alegó. Pero no convenció a Junts.

Previamente, Sánchez y Feijóo se enzarzaron en una disputa sobre sus lapsus verbales. El líder del PP resaltó que fue un “lapsus de sinceridad” que Yolanda Díaz señalara la víspera que “queda Gobierno de corrupción para rato”. Y Sánchez le acusó de ser “campeón en lapsus”, por situar a Huelva en el Mediterráneo o creer que George Orwell escribió su famosa novela en 1984. “No es un lapsus, sino incultura”, zanjó.

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